En estas últimas semanas se va visto un claro descontento en las bases, en la discusión de las paritarias. En el último plenario de Vicente López los compañeros se empezaron a rebelar porque quedaba claro que Caló no quería romper el techo impuesto por la CGT. La postura de la dirigencia seccional era acatar el 19,5 %, y diferentes fábricas se expresaron en contra de eso, y que era momento de arrancar como mínimo con un paro de 24 horas.

Los delegados de base plantearon que no podían acatar la decisión de los dirigentes, porque era insoportable la situación de los metalúrgicos, que no les daba la cara para caminar por la planta. Había una situación de rebeldía contra la dirigencia. Entonces Minguito dijo que ‘ante esta situación tan delicada vamos a plantear al compañero Caló que había que profundizar medidas’. El Congreso Nacional de la UOM que sesionó en Mar del Plata decidió que había que alinearse con el gobierno y a desvirtuar lo que se había planteado en un principio, que era ir por un aumento de 32%. El congreso vino con el mandato de pedir un 20% en dos pagos y una suma adicional que está en el aire.

En las dos plantas de Caterpillar los compañeros confirmaron que los dirigentes de la UOM piden una cifra pero después se adecuan a las necesidades del gobierno y las patronales. Ha caído muy mal. Ya hemos tenido reunión con los compañeros, y me han mandatado para participar de este llamamiento que hacen los compañeros de FATE y otras internas. Así que tenemos expectativas. Un compañero activista me planteó que este era ‘un hecho muy importante, y hay que estar’.
Hay que tenerlo en claro: no nos queda otra que buscar una alternativa de lucha, por fuera de los dirigentes traidores.