El paro docente universitario de 48 horas que finalizó ayer tuvo una adhesión desigual en las 36 universidades nacionales. Los gremios convocantes, la Federación de Docentes (CONADU) y la Federación Nacional de Docentes, Investigadores y Creadores Universitarios (CONADU histórica), anunciaron que continuarán la medida de fuerza el miércoles, jueves y viernes de la semana próxima. 
El gremio de docentes de la Universidad de Buenos Aires (ADUBA) no convocó al paro. "No convocamos a la medida de fuerza porque estamos en negociación con los rectores y con el Ministerio de Educación", explicó el secretario general de ADUBA y Fedun, Daniel Ricci. Sobre el paro que terminó ayer, el dirigente opinó que el "acatamiento fue pobre en todo el país".
La CONADU, sin embargo, dio una visión distinta. "Este paro fue el más fuerte de los últimos dos años", sostuvo la secretaria general del gremio, Anahí Fernández. Para la gremialista, la razón que explica la "alta adhesión" es que más de la mitad de la planta docente de las universidades tiene en promedio 45 años y "está viendo de qué va a vivir cuando se jubile".
Uno de los reclamos centrales de la huelga es la incorporación de los adicionales no remunerativos al sueldo básico (que los gremios consideran "en negro" porque refieren a sumas que no se contemplan en el cálculo de aguinaldos y jubilaciones, entre otros beneficios) y el pago del 82 por ciento móvil.
"Reconocemos que en el último año y medio el Gobierno hizo esfuerzos. Pero aún un auxiliar con una dedicación semiexclusiva gana 476 pesos, y un docente primario, 700 pesos", se quejó Fernández.