Han pasado prácticamente 6 años desde las jornadas revolucionarias del 19 y 20 de diciembre del 2001.
La debacle y el estallido de la economía argentina, provocó entre tantas otras cosas el cierre de alrededor de 2.000 fábricas y empresas.
Por aquellos días, entre movilizaciones, cortes de rutas y calles, asambleas barriales, surgió desde el interior de numerosas fábricas y empresas un proceso de resistencia. En algunos casos, muy elementales, como quedarse a esperar la vuelta del patrón, que se fugaba o abandonaba el lugar dejando a la deriva a los trabajadores/as. En otros, los trabajadores luego de estar meses con la fábrica abandonada, comenzaban a entrar y proponerse ponerla en producción. En nuestro caso, Zanon, fue parte de una pelea más compleja donde la empresa llevó adelante un lock out patronal, cerrando ofensivamente la fábrica y despidiendo a todos los trabajadores para blanquear sus deudas y reestructurar, dejando un pequeño grupo de trabajadores.
La respuesta obrera, contando desde ya con el apoyo de las asambleas barriales, organizaciones de desocupados, partidos de izquierda, fue no aceptar mansamente los despidos y los cierres y responder con resistencias adentro y afuera de las fábricas, con ocupaciones, etc. Este movimiento, como todos en ese momento no fue centralizado, ni homogéneo. Fueron muy diversas las respuestas y las formas que tomaron los distintos lugares.

Los patrones vuelven al ataque

Muchos fueron los debates que nos recorrieron. A 6 años de aquellos acontecimientos, no ha habido solución de fondo a esa situación de parte del Estado y los gobiernos de turno.
Pasa que ante la crisis capitalista, y es obvio que la del 2001 no fue la última, la ocupación y puesta en marcha bajo gestión obrera, más allá de la modalidad táctica que se tome, sigue siendo una alternativa de la clase, en el sentido de no ser los trabajadores quienes paguemos con nuestra miseria los malos negocios de los empresarios y de los planes económicos de los sucesivos gobiernos patronales.
Ya han comenzado procesos de expropiación inversa, donde las viejas patronales o testaferros vuelven al ataque, logrando fallos judiciales contra trabajadores de cooperativas que no han podido pagar el canon; o las cuotas de expropiaciones ‘truchas’ donde los trabajadores han tenido que cargar con las pesadas deudas patronales; o donde los gobiernos provinciales o comunales, no pagaron la expropiación. En pocas semanas se vencen los plazos de la ley que expropiaba 13 cooperativas de la Ciudad Buenos Aires, mostrando que muchas expropiaciones no están firmes ni son tan definitivas.

Unir fuerzas

Por eso es que, como parte del plan de lucha que venimos llevando adelante los obreros de Zanon, estamos impulsando la realización de una reunión de fábricas y empresas recuperadas para el 10 de diciembre, donde podamos reagruparnos para pelear por la defensa de las gestiones obreras, mas allá de la modalidad que tenga cada una, y por una ley nacional de expropiación definitiva de todas las fábricas y empresas recuperadas.
Nos parece fundamental unir fuerzas hoy para enfrentar lo que se nos viene.
Desde ya, también deberemos ajustar y unir nuestras demandas ya que son muchos los problemas cotidianos que las fábricas y empresas gestionadas por trabajadores debemos afrontar. Desde los aumentos de precios de los insumos, la mal llamada crisis energética, los precios del dólar y el euro que en la mayoría de los casos golpea nuestras frágiles economías, que resisten como pueden los altibajos y la decadencia capitalista. Nosotros siempre hemos afirmado desde Zanon, que aún con la expropiación no alcanza, ya que como hemos dicho no puede funcionar bien una fábrica o una empresa en medio de la crisis capitalista y compitiendo con poderosos grupos económicos. Los trabajadores y trabajadoras no somos los responsables de las crisis de un sistema basado en la explotación, en la guerra de mercados, en la concentración de capitales donde el pez grande se come al más chico, y donde ante cada crisis, se plantean despidos, suspensiones, rebajas salariales, trabajo en negro, etc. No podemos competir contra las corporaciones financieras simplemente produciendo bajo gestión obrera. Por eso, aunque nosotros peleamos por la estatización bajo administración obrera, nuestra pelea va más allá, es del conjunto de nuestra clase y así la hemos librado siempre desde Zanon y el sindicato ceramista de Neuquén. Porque consideramos nuestra lucha como parte de una lucha más grande.
Mientras tanto no podemos permitir el ahogo financiero de nuestros lugares de trabajo, lo mismo que pagar sumas enormes por luz o gas. Hemos discutido varias veces la necesidad de que el Estado se haga cargo. Las gestiones obreras tenemos que reclamar subsidios no reintegrables para todas las fábricas y empresas recuperadas, que necesitamos para renovar maquinarias, etc. Además desde cada lugar, luchar por tener un sueldo igual a la canasta familiar, garantizado por el Estado.
En definitiva, los trabajadores de las distintas fábricas y empresas recuperadas, dimos una fuerte lucha por defender y poner en pie nuestros puestos de trabajo. Son los gobiernos los que ahora deben dar una respuesta concreta a nuestros reclamos. 
A 6 años de nuestra lucha, debemos reagruparnos nuevamente para, juntos, reclamar lo que nos pertenece.