Unas tres mil personas marcharon por el centro de Quilmes el viernes 28 de septiembre en repudio a la represión policial sufrida por los estudiantes de Bellas Artes el miércoles anterior, cuando realizaban una marcha ante las oficinas del intendente Villordo, reclamando mejoras edilicias y la restitución del estatuto de los docentes de la escuela.

Hay que recordar que los alumnos fueron golpeados y recibieron varios disparos de balas de goma por los que un estudiante tendrá que ser operado. Junto al Centro de Estudiantes y los docentes de Bellas Artes se encolumnaron los Centros del Normal de Quilmes, el Chaparral, la Media 3, el Instituto 24, la EMPA, el Suteba, la FEB, ATE, el Sindicato de Trabajadores Municipales, la CICOP, la CTA de Solano, el Ce.Pro.D.H, la Comisión de Homenaje a las Madres de Plaza de Mayo de Quilmes, la agrupación No Pasarán, el PO, el PCR, el FRAL, el MST, el MAS y el PTS.
Cabe destacar que hasta el momento el único imputado es un estudiante de Bellas Artes a quien la policía intentó llevarse detenido, razón por la cual circula un petitorio para que la justicia retire la acusación y castigue a los represores. Ninguno de los policías que disparó, ni de los funcionarios que dieron la orden, están imputados.

Esta barbaridad se explica ya que el fiscal de la causa es Nievas Woodgate, responsable de mantener en la impunidad por varios años a los policías que intervinieron en la masacre de la comisaría primera de Quilmes. Además debe tenerse en cuenta que el reclamo de los estudiantes y docentes de Bellas Artes lleva casi dos años y que en agosto del año pasado fueron brutalmente patoteados por funcionarios municipales que aún se encuentran impunes y en funciones.

La marcha recorrió las principales calles céntricas y se detuvo en las oficinas del intendente Villordo. Los alrededores eran “custodiados” por un inusitado y provocador operativo policial. Al llegar a la estación de trenes, Diana, una de las dirigentes del Centro de la escuela, leyó el documento consensuado por las organizaciones que hace hincapié en la defensa de la educación pública y la denuncia de la represión remarcándose que “es parte de una política del gobierno nacional de reprimir a los trabajadores y estudiantes que salen a la lucha”.