Después de más de 3 años María Inés Cabrera volvió a trabajar a Pastora Neuquén S.A., una fábrica textil, de donde había sido despedida en abril de 2004. Esto sucede luego que un tiempo atrás el Tribunal Superior de Justicia de Neuquén confirmara el fallo histórico obtenido por los abogados del CEPRODH, en el que se declaró la nulidad del despido por ser discriminatorio y antisindical, ya que la trabajadora -que no tenía ningún cargo gremial- actuaba como “delegada de hecho” de sus compañeros.

Un buen antecedente para recuperar lo perdido

En la puerta de la fábrica, el abogado Leopoldo Denaday sostuvo que “desde el CEPRODH entendemos que este es un importante antecedente y un gran triunfo para todos los obreros y obreras, precarizadas, contratadas, en negro y un largo etcétera que no tienen ni representación gremial, ni comisiones internas, y sus derechos son pisoteados todos los días por patrones como Pastora Neuquén (...) Pero también para quienes son activistas gremiales o pelean por recuperar sus comisiones internas (...) ya que este caso, que es único en Neuquén, demuestra que las trabajadoras y trabajadores tienen derecho a reclamar por lo que les pertenece y por eso no pueden ser perseguidos, ni sancionados o despedidos (...)”.

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