Yo vivI el plenario como algo histórico, porque tomé conciencia de que estábamos dando los primeros pasos en el camino de fundar una corriente nacional de trabajadores de la educación que cuestione las políticas educativas tendientes a deteriorar la educación pública y gratuita, donde también se incluye el ataque a las condiciones laborales, los salarios y los derechos de los trabajadores de la educación. Lamentablemente, los espacios gremiales que tenemos hoy están manejados por burocracias dependientes del poder de turno que, en lugar de defender a los trabajadores, los traicionan con políticas que los conducen a derrotas.

Los trabajadores tenemos que hacer política para tomar las riendas de nuestros asuntos y plantear una independencia real del poder de turno que responde a los intereses de las grandes empresas: tenemos que pelear por gremios más democráticos, de los trabajadores y para los trabajadores, donde sean las bases las protagonistas de las luchas. Pensando en todos estos desafíos es que veo como algo muy positivo esta Corriente que está naciendo.

Cecilia, docente de Neuquén