Ante la lucha iniciada por los trabajadores del Correo Argentino por recomposición salarial y mejores condiciones de trabajo, el gobierno kirchnerista respondió militarizando la principal planta de logística que posee la empresa en la Provincia de Buenos Aires.

Al cierre de esta edición, la Gendarmería Nacional junto con la policía bonaerense ocupó la planta de Monte Grande, donde trabajan 600 obreros postales que distribuyen la correspondencia a las diversas regiones del país. En esta misma planta, el martes 22 los trabajadores realizaron un paro y corte de ruta, hartos de la superexplotación y los malos tratos. Según nos cuentan los compañeros la Gendarmería desembarcó con un colectivo junto a tres camiones, apostando unos 60 gendarmes en el sitio, que distribuidos en parejas patrullan la planta amedrentando a los trabajadores. Por la tarde del miércoles, varios compañeros contratados por agencia fueron despedidos, mientras que el gerente de Recursos Humanos daba vueltas por la planta amenazando a los trabajadores.

El gobierno, una vez más como en Santa Cruz, Caleta Olivia o Las Heras, utiliza a la gendarmería como brazo represivo para contener y amedrentar a aquellos trabajadores combativos y antiburocráticos. “En el correo –nos comentaba uno de los delegados- “nos hemos hartado de las condiciones de explotación, los malos tratos y atropellos a que somos sometidos sistemáticamente; cargando pesos de más de 20 kilos en nuestro bolso”

Otro delegado decía “el aumento de la productividad en el Correo supera el 400%; con compañeros que soportan ritmos acelerados de producción, en las plantas de logística por ejemplo, los compañeros son enviados a trabajar con tendinitis, con una cantidad enorme de compañeros trabajando con contratos basura o peor aún por agencia ganando 800 pesos”.

Se extiende la organización de los autoconvocados

En esta última semana los trabajadores autoconvocados del Correo hicieron una marcha de más de 500 compañeros a la sede gremial, para repudiar el aumento miserable que no fue consultado con la base, y por primera vez, salieron en los medios de información.

Las reuniones de los autoconvocados aglutinan a más de 20 sucursales y la organización avanza hacia adentro y hacia afuera.

Pero todavía queda mucho camino por recorrer, afianzar las asambleas por sucursal, unir más sucursales, llegar al interior y también buscar la coordinación con otros trabajadores que están luchando. Los trabajadores del Correo están tomando las decisiones en sus manos, debatiendo como transformar el servicio para beneficio del pueblo. Por primera vez hay libertad para decir lo que se piensa, algo que nunca pasó en el sindicato. Por ello van a sacar un nuevo boletín, denunciado los atropellos, con reportajes, también diagramarán una página Web, y están pensando en preparar nuevas actividades.

Corresponsal