El Mayor Farías es uno de los 44 imputados en la causa "Reinhold" en la que se investigan los crímenes cometidos durante la dictadura en la región. Hasta el martes 6 Farías se paseaba libremente por las calles. Haciendo uso de la impunidad, y a casi seis meses de la desaparición de Julio López, el Mayor Farías llamó por teléfono a Tropeano y se presentó en la casa de Don López para intimidarlos y que declaren a su favor. Ambos son sobrevivientes de las torturas recibidas en el centro clandestino de detención "La Escuelita".
La noticia corrió rápidamente y la respuesta de los organismos de DD.HH. y las organizaciones sociales, sindicales, de izquierda y militantes populares fue contundente. Se resolvió un mecanismo de seguridad para los testigos y el acompañamiento a la familia. Luego fuimos a ver al juez y presentamos un escrito solicitando la inmediata detención del represor porque había intimidado a los testigos para obstruir la investigación y garantizarse la impunidad. Se hizo una enorme Multisectorial donde más de 20 organizaciones1 acompañaron con su firma el escrito que hicimos los abogados del CeProDH y que fue presentado por el conjunto de los organismos de DD.HH. También se organizó un escrache en la casa del represor.
El martes el juez Labate, antes de la hora del escrache, ordenó la detención del represor. Pero el escrache se hizo igual, en su casa vacía, frente a la que gritábamos de emoción: "Farías, sos el primero, vamos a ir por todos".
Hoy Farías está preso. Es un paso en el camino para encarcelar a todos los genocidas y sus cómplices. Seguimos exigiendo al gobierno nacional la aparición con vida de nuestro compañero Julio López y manifestamos que la única seguridad para los testigos es el desmantelamiento del aparato represivo del Estado y que todos los represores estén tras las rejas.


1 Entre ellas, el SOECN y Zanon, Sindicato de Prensa, ATE, CTA, SEJUN, FUC, PTS, CCC.