“Fue el calor”, se excusaron los voceros de la empresa. “El servicio es un desastre”, sentenció la mujer que caminaba junto a las vías con sus hijos en brazos. Una formación de Metropolitano (ex Roca) había descarrilado el viernes 2 de febrero cerca de Gonnet. 10 usuarios heridos. Hace dos meses había ocurrido otro descarrilamiento, en el mismo lugar.
En realidad, como vienen denunciando los ferroviarios de la Lista Bordó del Roca –junto a otras organizaciones obreras y de usuarios– la falta de mantenimiento de las vías y el material rodante sigue poniendo en peligro a los que trabajan y viajan en los trenes.
Tres días antes del accidente, ante las denuncias públicas, el Secretario de Transporte Ricardo Jaime había reconocido una reasignación de recursos que otorgaba 264 millones de pesos en subsidios para las empresas ferroviarias. Entre ellas, los ‘peligrosos’ trenes de Transporte Metropolitano se habían beneficiado con 101 millones de pesos.
Para evitar un Cromañón ferroviario hay que terminar con la desidia empresaria. La única salida es la reestatización de los servicios ferroviarios, bajo control de los trabajadores y usuarios.