Tal como venimos denunciando las organizaciones y agrupaciones estudiantiles combativas, el gobierno de Kirchner, a través del presidente de la Cámara de Diputados Alberto Balestrini, cedió las instalaciones del Congreso Nacional para que el 18 de diciembre sesione allí la “Asamblea Universitaria”. Al mismo momento que este periódico salga a la calle, una vez más los decanos radicales y kirchneristas intentarán reunir al Consejo Superior para aprobar este calendario del escándalo. Entre sidra y pan dulce, la camarilla de la UBA quiere garantizar su dominio sobre la universidad más importante del país. Para ello, los decanos están dispuestos a vulnerar incluso la reaccionaria institucionalidad que se jactan defender: mientras que la convocatoria al Consejo Superior es en el Rectorado, o en su defecto en Ingeniería, en los medios hablan de que tienen arreglado un “tercer lugar” secreto “por si acaso”; segundo, sugieren autoconvocar la Asamblea Universitaria sin que la vote el Consejo Superior, y que sesione en el Congreso, cuando el estatuto habla de que tiene que desarrollarse en instalaciones de la UBA.
Ante este escenario, numerosas voces (corrientes estudiantiles K, la Dirección de Sociología, y algunos profesores) se alzaron para cuestionar el “sectarismo” y “autoritarismo” de la FUBA y las organizaciones de izquierda. Todo para avalar un acuerdo que, entre otras perlas, otorgará la Secretaría de Hacienda, que administra los $400 millones del presupuesto, a un operador de Mauricio Macri y la Secretaría General a la gente del ex funcionario de la dictadura, Atilio Alterini.
Llamamos a movilizarnos en lo que queda del año para impedir que en medio del verano las camarillas impongan una salida reaccionaria a la crisis que ellos provocaron. De resolverse la convocatoria a la Asamblea Universitaria el 18 (paradójicamente, cuando se cumplirán 3 meses de la desaparición de Julio López), estará planteado una movilización masiva para impedirlo, rechazar la intromisión del gobierno, plantear la lucha por la democratización y para construir una UBA al servicio de los trabajadores.