El 7 y 8 de julio se hizo el congreso de la FULP, donde el frente “20 de febrero” (Cepa, COPA, Cauce, Liberación, PO, MST1 y otros) retuvo la presidencia. Desde Contracorriente-En Clave ROJA presentamos una lista que obtuvo una secretaría, entrando a la Mesa ejecutiva y fuimos con una delegación de más de 60 compañeros a pelear porque la FULP se solidarice activamente con Comahue enviando una delegación e impulsando fondo de luchas.

Lamentablemente, fuimos a un congreso vacío de participación estudiantil. Es que la CEPA en 5 años de conducción lejos de construir una FULP participativa y militante, conservó una organización burocrática manteniendo la estructura heredada de la Franja Morada, lo que les costó retroceder, perdiendo los centros de Humanidades y Trabajo Social. Hoy la CEPA-PCR está más adaptada al régimen universitario que nunca, por eso, días atrás, impulsó con los decanos una “comisión de protesta” para pedir más presupuesto… cuando ya se había votado.

En el congreso la COPA y el Cauce presentaron lista con la CEPA. Su discurso antiburocrático y combativo choca de frente con su práctica donde dirigen, como en humanidades y con una adaptación creciente a la agrupación más burocrática y reformista de la izquierda universitaria, que se opuso a la toma del Comahue en las asambleas. Por eso criticamos que no hayan acompañado la lucha que desde CC-ECR dimos en las comisiones para poner el eje en Comahue, priorizando el “rosqueo” de cargos. Desde ContraCorriente consideramos a la FULP y a los centros ganados a la Franja por la izquierda como “puestos de lucha” pero creemos que hay que transformarlos desde abajo, por eso seguiremos peleando, ahora en la mesa directiva de la FULP, por llenarlos con cientos de estudiantes, y así conquistar un movimiento estudiantil independiente de las autoridades y combativo, que luche por democratizar la universidad y unirse en las calles con los trabajadores, contra el gobierno y los capitalistas.