La semana pasada los obreros de Gándara cortaron la ruta 2 reclamando el pago de salarios adeudados y la continuidad de su fuente de trabajo. Nos sentimos identificados con su lucha ya que peleamos contra el mismo enemigo: el empresario vaciador Sergio Taselli quien amasó su fortuna gracias a las excelentes relaciones que mantiene con los distintos gobiernos de turno, desde el privatizador Menem hasta el “progresista” K, desatando a su paso la tragedia en las familias obreras. Creció como proveedor de la chatarra con la que Techint fabricaba caños, la materia prima la sacaba de los negocios del desguace de FF.AA. Durante el gobierno de Menem fue premiado con la explotación de la mina de Río Turbio y un generoso subsidio de 22,5 millones “para inversiones, mantenimiento y salarios”. Como es sabido, se comió la plata y desguazó la mina cobrándose la vida de 14 compañeros en el 2004. De la misma manera actuó con los ferrocarriles como concesionario (grupo Metropolitano) del Roca, San Martín (donde el gobierno le quitó la concesión) y Belgrano Sur ganando la fama de prestar el peor servicio de todos a pesar de recibir millonarios subsidios por parte del estado. Pero no sólo no invirtió un centavo en mantenimiento sino que siguió con el vaciamiento mientras nosotros desempeñamos nuestras tareas en pésimas condiciones. Lo mismo hizo en Aceros Zapla en Jujuy. Actualmente lo encontramos adquiriendo Parmalat y Gándara (grupo Lácteas del Sur), cerrando plantas y dejando en la calle a cientos de obreros. La lista de empresas quebradas- compradas- vaciadas por este verdadero vampiro es enorme (frigoríficos, supermercados, empresas eléctricas en el interior, etc.).
A pesar de sus manejos escandalosos y las múltiples denuncias, su impunidad es total. Pero los trabajadores ferroviarios, obreros de Gándara, Parmalat y los mineros de Río Turbio conocemos bien a este modelo de “empresario nacional”. Por eso no va a ser el gobierno, que es quien lo protege y le paga, quien va a parar a Taselli. Los únicos capaces de hacerlo somos quienes todos los días sufrimos sus abusos y salimos a la calle a enfrentarlo: los trabajadores.