Desde principios de año hemos encabezado el enfrentamiento al tandem radical-kirchnerista en el rectorado, que ha puesto a la UNCuyo entre una de las universidades más elitistas del país. La lucha contra el ingreso restrictivo, contra la iglesia enquistada en Filo, el apoyo al paro docente y las tomas en el marco de la lucha docente-estudiantil nos hicieron ganar el odio de las autoridades. La solidaridad con los trabajadores de la salud y los docentes fue un hito importante a la hora de desarrollar la unidad obrero-estudiantil para fortalecer las luchas contra K y el gobierno de Cobos.
Todo esto lo hicimos junto a compañeros combativos enfrentando a las corrientes radicales y kirchneristas que hoy dirigen los centros y la Federación. Para superar el freno de la burocracia estudiantil, impulsamos asambleas, cuerpos de delegados e interfacultades.
En las elecciones de centro planteamos recuperar las organizaciones estudiantiles de manos de los garantes del plan educativo de K y Cobos. El 18 y 19 de octubre fueron las elecciones en Filo, copada desde la última dictadura por el Opus Dei. Nuestra corriente hizo una muy buena elección obteniendo el 3° lugar detrás de la Vallese (k) y la Franja. Abajo quedaron el MNR y la CEPA, que pagaron el precio de haberse subordinado a la conducción kirchnerista.
El martes 25/10 fueron las elecciones en Políticas. Una vez más ganamos la coordinación de Sociología (con más del 50%), desde donde hemos impulsado la autoorganización y lucha contra la burocracia de la Franja. El centro y las coordinaciones de las otras carreras continuarán en manos de la mafia Morada, la “cantera de funcionarios” del gobierno de Cobos. ECR logró un excelente 4° lugar, enfrentando no sólo a los morados sino a todas las variantes K que posaban de alternativa.
Finalmente, la semana pasada fueron las elecciones en Artes y Diseño, cuyo centro estuvo este año conducido por la CEPA. Esta corriente no pasó la prueba: no enfrentó los ataques de la derecha hostil con la lucha docente-estudiantil. Persiguiendo su “unidad”, terminó tironeada por la polarización reinante en la facultad tratando de conciliar a los carneros con los estudiantes que encabezaron el combate por el aumento salarial y presupuestario desplegado desde fines del 1° cuatrimestre. Esta adaptación fortaleció a la corriente de la rectora, Obra Abierta – MILES, que hoy se ha llevado el Centro. En Clave Roja hizo una gran elección, ubicándose como 3ª fuerza y conquistando dos Secretarias de escuela: Teatro y Artes Plásticas. Una vez más, queda demostrado que somos la única corriente que se opone por el vértice a la política elitista y de entrega de la universidad a las grandes empresas.
Hay que echar definitivamente a pingüinos y gorilas de los centros. Para esto no basta con que agrupaciones pretendidamente de izquierda como la CEPA ganen las elecciones para dejar intactos los centros que moldearon las burocracias estudiantiles y terminar arrodillados ante las autoridades. El desafío es poner en pie nuevas organizaciones combativas y autoorganizadas; una nueva dirección para el movimiento estudiantil, para enfrentar al gobierno y el régimen universitario y avanzar en la unidad con los trabajadores, única forma de transformar la sociedad y con ella, las universidades.