En un aberrante fallo, la Cámara conformada por los jueces amigos del poder, Badano y Fernández, cambiaron la calificación penal del delito que se les imputaba, sosteniendo que la brutal cacería humana de la que fue víctima Pepe, fue según el art. 95 del Código Penal: "lesiones en riña o agresión".
Con la colaboración de abogados de Organismos de Derechos Humanos de la región e integrantes de Abogados Neuquinos Autoconvocados, el día que los autores de este escandaloso fallo, asumían como vocales del Tribunal Superior de Justicia (TSJ), presentamos un Recurso de Casación ante ese mismo Tribunal, acompañados de una nutrida movilización (ver aparte).
En el Recurso interpuesto, sostenemos: este fallo, "...que permitió la libertad de quienes, (…) ‘cometieron crímenes de lesa humanidad’... tiende un manto de impunidad...", y que "...interesa a toda la comunidad puesto que trasciende el interés individual de Pedro Alveal más allá de las gravísimas lesiones que sufrió. Para entender el alcance de esta causal debemos contextualizar el hecho en el marco de la represión desatada el 25 de Noviembre de 2003. Ese día asistimos a una represión policial injustificada, ilegal, decidida desde el poder político, selectiva hacia dirigentes del Movimiento de Trabajadores Desocupados, que se extendió por más de quince horas (caso incomparable ya que no se conocen antecedentes de represiones que duren tanto tiempo), en la que existió una dirección y organización, que provocó que nueve personas fueron heridas con balas de plomo provenientes de armas del personal policial."
Exigimos que se reencarcele a los policías que hirieron a Pepe y se declare la nulidad del fallo, porque los jueces que lo firman ya estaban designados a dedo por Sobisch, como vocales del TSJ, convalidado por una escandalosa sesión secreta en la legislatura con la invalorable ayuda de sus amigos menemistas. El colmo es que, ese mismo Tribunal, es el que debe resolver el Recurso de Casación: cuando se trata de "justicia" para los trabajadores y el pueblo la Justicia se convierte en un callejón sin salida.
Las pruebas
En la causa contra estos policías existen pruebas contundentes: más de veinte fotos y un video muestran claramente la persecución y la cacería. Sin embargo, para los "jueces sobischistas" no alcanza, porque no se pudo individualizar quién de los cuatro le dio a Pepe en el ojo. Para los jueces no existe "co-autoría" cuando de asesinos a sueldo se trata, sino que es un caso de "lesiones en agresión", donde no se sabe bien quién es el autor. Criterio muy distinto cuando los acusados son trabajadores. Así, vemos la Cámara Federal que confirmó el procesamiento, por corte de ruta, de Raúl Godoy sin ninguna prueba y reconociendo que "...la interrupción vehicular fue, efectivamente, la obra de un grupo de personas y no un acto individual de Godoy, pero ello no exonera al quejoso de la responsabilidad que, prima facie, le ha sido endilgada puesto que no es sino un supuesto de coautoría en el que varios sujetos contribuyeron, mediante un aporte semejante, al resultado disvalioso..."
Ante una represión organizada y planeada desde el Estado, no existen los "autores intelectuales" y ni siquiera se encarcela a los autores materiales, a pesar de que las pruebas sobran. Pero cuando se trata de trabajadores, siempre aparece el "autor intelectual" porque se intenta aleccionar a los que luchan, encarcelando y procesando a los dirigentes, así lo hicieron con Castells y, ahora con Raúl Godoy, cuando confirman el fallo porque "tuvo un desempeño dirigencial".
La defensa de los "mamíferos" con uniforme y las casualidades judiciales
El abogado que defendió a estos policías, es casualmente el mismo que defendió a Sobisch en el caso de la cámara oculta por coimas. Fernández, uno de los jueces que libera a estos policías, fue casualmente el mismo que sobreseyó al gobernador en esa causa.
Este abogado argumentó en la apelación que los uniformados actuaron de manera "inconsciente y automática" y bajo los efectos de la "adrenalina" ¿habrá defendido con los mismos argumentos al Sr. Gobernador?
Tan bien representa el rol de abogado defensor de la ideología de policías y del gobierno sobischista, que lo enoja mucho que los trabajadores ocupados y desocupados se organicen en forma democrática, y por ello afirma en su escrito: "...nos preguntamos si esa ‘asamblea resolutiva’ no habrá precisamente resuelto saquear el comercio de carnicería situado a pocos metros del lugar..."; y se despacha diciendo que "...de la misma filmación hecha por el ‘fotógrafo’ Moya, aportada a la causa -Integrante del Sindicato Ceramista, el mismo que al hacerse cargo de la producción en la fábrica Zanon, lo que tan buena prensa merece de los medios nacionales y provinciales, ha incorporado un nuevo rubro a la línea de producción de esa fábrica: la manufactura de las simpáticas bolitas de porcellanato, que -arrojadas con los diferentes tipos de hondas que la avanzada tecnología sindical ha introducido- han probado su eficacia en los habituales enfrentamientos (dos o tres por mes según las mejores estadísticas) que ese combativo gremio mantiene con la Policía neuquina..." y que "...es la primera vez que vemos que un Sindicato tenga fotógrafo oficial...". Lo que indudablemente molestó a este abogado de la policía, es que los trabajadores tengan propios medios de prensa y difundan sus ideas, y que, como pasó cuando asesinaron a Darío y Maxi, el pueblo conozca y vea a los asesinos en funciones, desnudando ante millones que las balas vienen "casualmente" del lado de la policía.
La lucha no termina
Sin abandonar ni un segundo la batalla en el terreno legal, aunque sepamos de que lado está la justicia y cuáles son los intereses que defiende, estamos impulsando junto a Organismos de Derechos Humanos de la zona, la Coordinadora del Alto Valle y organizaciones políticas, gremiales y sociales, una campaña para que vuelvan a la cárcel estos 4 policías y por el castigo a los responsables políticos de ordenar reprimir con balas de plomo en el Ruca Che. Estamos convencidos que sólo con la lucha lograremos ganar esta batalla, como así también obtener el desprocesamiento de Raúl Godoy y todos los procesados por luchar. Con la unidad en las calles lograremos sortear este "callejón sin salida" y torcerle el brazo al gobierno, su policía y sus jueces.