El sábado 20 se produjo la ocupación militar de la localidad de Warisata, buscando casa por casa a hombres y jóvenes, quemando pertenencias y asesinando a una niña de ocho años.
Que esta situación forzó a la huida de los pobladores de esta localidad a los cerros adyacentes y sembró las condiciones, legítimas, para organizar la resistencia frente a la brutalidad gubernamental.
Que esta violencia fue acicateada por personeros de diversas embajadas, particularmente la norteamericana, quienes exigieron el “rescate” de algunos turistas, evidenciado el carácter semicolonial del país y el papel sirviente del gobierno.
Que la creciente violencia social, preparada por el MNR, MIR, y NFR en colaboración con la iglesia católica y las cámaras empresariales, ha bosquejado la estrategia de la confrontación y represión como único mecanismo de contención de las demandas obreras, campesinas y populares.
Que frente a esto, los trabajadores debemos oponer la estrategia de la lucha unificada de los trabajadores del campo y la ciudad mediante la preparación y organización de la huelga general indefinida y el bloqueo nacional de caminos, hasta derrotar al gobierno y su “democracia de ricos, matones y curas”. Apremiada a partir de que distintos sectores del altiplano han iniciado espontáneamente bloqueo de caminos, los compañeros del MST estarían dispuestos a ocupar en forma inmediata haciendas privadas y la COB ha declarado que intentaría lanzar un plan de lucha unificado. Hay que llamar de urgencia a un gran encuentro de dirigentes sindicales, delegados de base y activistas obreros, campesinos y populares que elabore y organice este verdadero plan de lucha nacional.
Que frente a la creciente violencia y terrorismo estatal, las organizaciones obreras, campesinas y populares deben instruir en ampliados, sindicatos y organizaciones de base la organización inmediata de comités de autodefensa que impidan nuevas matanzas como la de Warisata.
Desde la LOR-CI, pese a las modestas fuerzas con las que contamos, repudiamos enérgicamente la matanza perpetrada y nos ponemos a disposición de las organizaciones obreras, campesinas y populares para ir preparando y organizando este plan de lucha. Convocamos a todas las organizaciones que se reclaman del campo popular a discutir cómo iniciar esta movilización nacional de repudio.