Los compañeros de Izquierda Socialista sostienen que el “atentado fue una desgraciada consecuencia del tremendo crimen que practica Israel contra el pueblo palestino, protegido por Estados Unidos (…) consideramos que el atentado a la AMIA, más allá de lo repudiable, no ha sido un ataque racista o antisemita -como señalaron apenas ocurrido los dirigentes de la comunidad israelita y el gobierno. Fue parte del conflicto en curso en Medio Oriente, directamente vinculado a la lucha del pueblo palestino que rechaza los crímenes y la invasión de sus tierras por parte del sionismo israelí”.

Esta hipótesis inverosímil relacionada con una acción terrorista como la de la AMIA le hace el juego a la política israelí de desacreditar la lucha palestina.
Utiliza argumentos no creíbles para negar la importancia de investigar la llamada “conexión local” que, lejos de querer ser algo impulsado por la dirigencia sionista argentina, como sostiene IS, fue sistemáticamente encubierto por las “pistas” falsas construidas por EE.UU., Israel y el propio Estado argentino.