El martes 5 de febrero se realizó una marcha en frente único entre distintas organizaciones sociales, políticas y gremiales. La convocatoria propuesta por el espacio Encuentro Memoria, Verdad y Justicia, en la que participó activamente el PTS, tuvo como objetivo repudiar la escalada represiva que, como denunció ante la prensa Christian Castillo, “en estos últimos meses, en la Argentina ´nacional y popular’ de Cristina Fernández de Kirchner los gobiernos han desatado su bronca contra los trabajadores y el pueblo pobre, con el asesinato de los qom Celestina Jara y su pequeña nieta, Natalia Lila Coyipe, Ilmer Flores y Daniel Asijak, por parte de la policía de los gobernadores K de Formosa y Chaco, Gildo Insfrán y Jorge Capitanich. A esto se le suma la persecución y la detención de decenas en la Bariloche de la marginalidad, la miseria y la criminalización, luego de los saqueos. Allí se detuvo a cinco militantes de la Cooperativa 1° de Mayo y, posteriormente, a otros seis que reclamaban la libertad de los anteriores. Los cinco primeros siguen detenidos y se suman a los casi cinco mil luchadores que se encuentran criminalizados en todo el país”.

Se realizaron movilizaciones en varias ciudades para denunciar esto mismo ya que tanto la Ciudad de Buenos Aires, Santa Fe, Chaco, Catamarca, Tucumán y Neuquén han sido escenario en las últimas semanas de represión y persecución. Desde la represión en Bariloche a esta parte se ha profundizado la escalada represiva estatal y paraestatal. Recientemente un nuevo caso conmocionó a los sectores populares: la persecución, detención y tortura a tres militantes sociales por parte de la policía chaqueña, por el solo hecho de reclamar el derecho al trabajo y la vivienda.

En este mayor ataque a los luchadores y sectores populares se expresa el giro a la derecha del gobierno. Es por esto que en esta última movilización los trabajadores de la fábrica Lear, autopartista de la Zona Norte del GBA, se sumaron a la convocatoria para denunciar los despidos discriminatorios y apoyar los reclamos que realizaron los convocantes de la marcha.

La situación actual se completa con la impunidad que arrastramos desde hace años, con casos de desapariciones como el de Julio López y Luciano Arruga o asesinatos como los de Silvia Suppo y Myrtha Raia, a manos de una aparato represivo que se mantiene intacto desde la Dictadura, con miles de agentes que participaron de las torturas, secuestros y desapariciones entre 1976 y 1983 y aún siguen en funciones.

Por todo esto, ya empezamos a organizarnos de cara al próximo 24 de marzo, donde marcharemos con el Encuentro Memoria, Verdad y Justicia denunciando la represión y la impunidad de ayer y de hoy.