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    Buenos Aires   |  29 de abril de 2024
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UNA ENCUESTA REVELA ALTO APOYO PARA LOS CASOS DE VIOLACION O RIESGO MATERNO
Cifras para una polémica sobre el aborto
Por: Prensa PTS

30 Nov 2004 | Más del 70 por ciento está a favor de la intervención en casos de violación, feto inviable o peligro para la salud de la madre. La muestra se conoce tras el debate en el Gobierno en torno del tema. Legisladoras de distintos partidos anunciaron que impulsarán la discusión parlamentaria el año (...)

Siete de cada diez argentinos consideran que debería permitirse el aborto si la mujer fue violada y casi ocho de cada diez, si el feto es inviable. Así lo revela una encuesta de la consultora Analía del Franco a la que tuvo acceso exclusivo Página/12. A los encuestados se les preguntó si votarían al candidato de sus preferencias aun si propusiera que una mujer pueda abortar de manera gratuita: casi la mitad respondió afirmativamente. El estudio se conoce en el marco de la polémica que se produjo en el seno del Gobierno luego de las declaraciones del ministro de Salud, quien planteó que si la interrupción voluntaria del embarazo se despenalizara “probablemente mejorarían los tratamientos” y bajaría la mortalidad materna. El presidente Néstor Kirchner buscó cerrar la discusión al manifestarse en contra de esa posibilidad. Ayer, un grupo de legisladoras de distintos bloques –entre ellas, Vilma Ibarra, Juliana Marino, Margarita Stolbizer y Diana Conti– anunció su compromiso de impulsar el año próximo el debate en el Congreso sobre la despenalización del aborto. El Arzobispado de Buenos Aires, en tanto, adelantó su oposición, incluso, a que se abra la discusión parlamentaria.
El relevamiento indagó otras cuestiones vinculadas con la sexualidad y encontró que:
- Nueve de cada diez encuestados consideran que “si un marido obliga a su mujer a tener relaciones sexuales aunque ella no tenga ganas es una forma de violencia sexual”.
- Casi siete de cada diez opinan que las mujeres son víctimas de agresión sexual porque “predomina una cultura machista”.
El nivel de acuerdo con la despenalización en los casos de violación de la mujer y cuando el feto no es viable que muestra la encuesta de Analogías es levemente superior al medido tres años atrás en un estudio similar realizado por Mori. De 67,9 por ciento y 57,1 por ciento en 2001 se pasó en 2004 a 70 y 76,3 por ciento, respectivamente, a nivel nacional. Pero si se toman en cuenta sólo las mediciones del Gran Buenos Aires y la Capital Federal, los porcentajes se incrementan aún más, hasta llegar casi al 80 por ciento en las dos variables. En cambio, expresaron estar en desacuerdo con que se practique en casos de embarazos incompatible con la vida, el 15 por ciento a nivel nacional y el 10 por ciento en el área metropolitana. Y en los casos de violación, el 23 por ciento del país y el 12 por ciento del conurbano y la ciudad de Buenos Aires.
La encuesta muestra también que el apoyo a la práctica del aborto desciende abruptamente cuando la decisión para interrumpir el embarazo se fundamenta en problemas económicos o simplemente se trata de una gestación no deseada: en esos casos, alrededor del 24 por ciento respondieron estar de acuerdo. No obstante, Analía del Franco reveló que en los grupos focales en los que trataron el tema es mayor el porcentaje que justifica el aborto cuando la familia no tienen las condiciones económicas adecuadas. “En los estudios cualitativos surge claramente que todavía hay vergüenza social para decir que se está a favor del aborto en esos casos”, señaló la directora de la investigación.
El estudio de opinión fue encargado por el Instituto Social y Político de la Mujer que dirige la ex diputada María José Lubertino y la Asociación Ciudadana por los Derechos Humanos. Fue realizado entre el 28 de agosto y el 2 de septiembre, sobre una muestra representativa de 1200 personas de 16 a 55 años residentes en localidades de más de 20 mil habitantes.
A los encuestados, además, se les hizo la siguiente pregunta: “Pensando en un candidato al que esté más o menos decidido a votar, ¿lo votaría si propone que una mujer pueda hacerse un aborto de manera gratuita?: el 47 por ciento respondió afirmativamente. Si en cambio el candidato de sus preferencias propusiera que el aborto esté penado por ley, mantendría su voto el 34,5 por ciento. En general, las posiciones más favorables a la despenalización se observaron en el área metropolitana y en mayor proporción entre mujeres que varones.
El Código Penal considera “no punible” el aborto sólo en casos de violación de una mujer idiota o demente, o cuando peligra la vida o la salud de la madre. Desde hace ya varios años, legisladores de distintas fuerzas han presentado proyectos para despenalizarlo en distintas situaciones, pero ninguno ha llegado a debatirse ni siquiera en las comisiones por la fuerte presión que ejerce la Iglesia en contra del tema. Ayer, el vocero del Arzobispado de Buenos Aires, Guillermo Marcó, aseguró que el debate parlamentario “no se puede dar” porque el Pacto de San José de Costa Rica, con rango constitucional, defiende la vida desde la concepción. “Si hay respeto por la ley no debería discutirse. El aborto es un homicidio”, afirmó Marcó, consultado por Página/12. El viernes, el presidente Kirchner también expresó su tajante oposición, luego de que el ministro Ginés González García planteara que “probablemente mejorarían los tratamientos” si se despenalizara. Desde entonces, González García no volvió a abrir la boca al respecto, y a través de sus voceros informó que no volverá a hacerlo (al menos, por un largo tiempo).
En el Congreso, el debate incipiente de los últimos días movilizó a varias legisladoras, impulsoras de la despenalización en casos concretos como violación o embarazos incompatibles con la vida. “Vamos a armar el año próximo un interbloque de legisladores a favor del aborto para abrir el debate y evitar que los proyectos se duerman y pierdan estado parlamentario como ha venido ocurriendo hasta ahora”, señaló la kirchnerista Juliana Marino, que en las últimas horas avanzó en conversaciones con las senadoras Vilma Ibarra (Frente Grande) y Diana Conti (Fepaso). Otras que serían de la partida son la diputada radical Margarita Stolbizer y la socialista María Elena Barbagelata, también autoras de iniciativas que proponen la despenalización en todos los casos de violación. Y también Luis Zamora, de Autodeterminación y Libertad, que plantea la legalización total e incluso impulsa una consulta popular vinculante. “Este debate debe darlo el Parlamento y particularmente las mujeres. Vamos a trabajar para incluirlo en la agenda política del año próximo. Las encuestas están mostrando que hay amplio consenso en la opinión pública”, indicó Ibarra en declaraciones a Página/12.

EN FRANCIA, EL ESTADO PAGA LA PASTILLA QUE INTERRUMPE EL EMBARAZO
Una píldora a 30 años de la legalización 
Eduardo Febbro 

Francia celebró ayer los 30 años de la adopción de la ley que, al cabo de un laborioso combate, legalizó el aborto. El 29 de septiembre de 1974, luego de tres días de ásperos cruces, el proyecto de ley sobre la interrupción voluntaria del embarazo (IVG) presentado por la entonces ministra de Salud, la conservadora Simone Weil, fue aprobado definitivamente. Con él se colmaba una de las aspiraciones más fuertes de las luchas femeninas y se completaba el derecho de las mujeres a disponer de su cuerpo esbozado en 1967 mediante la ley Neuwwieth, que legalizó en el país la contracepción. La ley de Simone Weil instrumentó el famoso slogan francés “un hijo si yo quiero y cuando quiero”. Aunque frágil al principio, el texto de ley tardó cinco años en aplicarse plenamente.
Desde ayer, la Seguridad Social paga los fármacos que permiten la interrupción voluntaria del embarazo, sin necesidad de asistencia hospitalaria, gracias a un decreto que establece el reembolso del importe de los medicamentos que permiten abortar durante las cinco primeras semanas de gestación. A partir de ahora, los ginecólogos y médicos de familia podrán recetar a las embarazadas que lo soliciten un comprimido de “Mifegyne” –la antigua RU486 conocida como “la píldora abortiva”– para interrumpir la gestación.
Treinta años después de su legalización, los obstáculos al aborto legal no han desaparecido del todo, al tiempo que aparecieron otras formas de contracepción que el Estado francés integró, dándoles incluso un estatuto especial. Tal es el caso de la polémica píldora “del día después”. Aparecida en 1999, la píldora del día después, también llamada Norlevo, está regida por una serie de disposiciones, que con el transcurso de los años la tornaron más accesible. La píldora es reembolsada por el seguro social francés, puede comprarse sin receta y se les entrega gratuitamente a los menores que lo solicitan de acuerdo con una circular administrativa aparecida en 2002. El dispositivo que acompaña la circulación de la píldora tiende a evitar lo más posible el recurso al aborto. Sin embargo, los especialistas admiten que, cinco años después de haber sido puesta en circulación, “la píldora sigue estando subempleada”, según constata Elisabeth Aubény, presidenta de la asociación francesa de ginecología. Desde su aparición en 1999 se vendieron cinco millones de cajas y los farmacéuticos notaron un incremento lento de su consumo que se sitúa alrededor de un 10 por ciento suplementario cada año.
A partir de 2004, el Norlevo cambiará su forma de presentación. En vez de dos comprimidos habrá uno sólo, a fin de facilitar su utilización y corregir los defectos posibles de la contracepción, olvido y preservativo defectuoso. Según cifras oficiales, una tercera parte de esos “accidentes” acarrea la práctica del IVG, la interrupción voluntaria del embarazo. La investigadora francesa Nathalie Bajos señala que dos terceras partes de los embarazos no previstos se producen en mujeres que ya utilizan un contraceptivo. En este contexto, las últimas medidas que tienden a masificar el recurso del Norlevo apuntan a que las mujeres dispongan también de un tratamiento contraceptivo de urgencia disponible en sus casas. Los especialistas coinciden en adelantar que, tomada 12 horas después de una relación sexual, la píldora es eficaz en un 95 por ciento.
Cifras oficiales del Ministerio francés de Salud indican que 10 mil es el numero de adolescentes (entre 15 y 18 años), que quedan embarazadas cada año. De esas diez mil y antes de las medidas que facilitaron la circulación de la píldora, 6700 adolescentes recurrían al aborto legal. Esas cifras explican por qué, a partir del año 2000, los sucesivos gobiernos franceses hicieron todo lo previsto para poner al alcance de las adolescentes los elementos contraceptivos más eficaces posibles. Las tres decisiones más importantes que facilitan la contracepción de urgencia son la que suprime la obligatoriedad del consentimiento de los padres en caso de prescripción, la que establece el carácter gratuito de su consumo y la que permite el acceso libre a los menores mediante la adquisición “libre y gratuita” de la píldora.

Opiniones

 ALDO NERI*.
“¿Cuándo será oportuno?”
“Al debate sobre el aborto hay que tratarlo con racionalidad y equilibrio. Siempre se lo pospuso porque no era oportuno, pero ¿cuándo va a ser oportuno? Para los temas difíciles, el debate es siempre inoportuno.
Por razones religiosas o desconocimiento del tema, en su mayoría, la sociedad no acepta la legalización completa del aborto. Las cifras que mostró esta encuesta avalan la legalización en algunos casos y esto es importante para tenerlo en cuenta en materia legislativa. Yo acompañé un proyecto de legalización en casos de malformaciones del feto o de violación, porque creo que ése es un derecho que debe tener la mujer violada. Y estoy totalmente a favor de la legalización en los casos que detalla la encuesta. Aprobar estas cuestiones sería un paso importante y previo a una legalización más amplia, que es el aborto por voluntad de la mujer, en cualquier caso. No me cabe ninguna duda de que al llegar a este punto –para el cual la sociedad aún no está preparada– se disminuirían las muertes por abortos. Es decir que, desde el punto de vista de la salud pública, sería beneficioso; y en ese punto estoy muy de acuerdo con lo manifestado por el ministro Ginés González García.
La principal prevención no es la provisión legal de abortos por parte del Estado sino los programas de salud reproductiva y educación sexual temprana, y para esto hay que superar la mojigatería conservadora de muchos sectores.”
* Sanitarista, diputado nacional (UCR), ex ministro de Salud.

JORGE CHARALAMBOPOULOS*.
“Es hora de tratarlo”
“Luego de 20 años de democracia es hora de tratar la legalización del aborto. Si no la tratamos ahora, la tragedia va a aumentar. Durante estos años murieron 10 millones de personas por nacer a causa de abortos y unas 3.500 mujeres, como consecuencias directas de alguna operación ilegal. Es una tragedia de la que hay que salir en democracia. Y si nada más y nada menos que el ministro de Salud puso la cuestión del aborto en los medios de comunicación es porque es un asunto importante y hay que tratarlo. Que el presidente de la Nación se haya manifestado en contra no quiere decir que la población piense como él.
En determinadas cuestiones, el aborto está legalizado en el Código Penal: cuando el embarazo pone en riesgo la vida de la madre o se trata de una mujer con problemas psiquiátricos. Lo que hay que discutir es si se lo despenaliza para otras causas como las que la sociedad manifestó en esta encuesta.
En España e Italia, países afines a la Argentina y en donde el catolicismo es mayoritario, finalmente se sancionaron leyes a favor porque se comprendió que siempre queda un grupo de mujeres con embarazos no deseados que opta por abortar y a las que el Estado debe proteger con legislación porque, de no hacerlo, las discriminaría. En nuestro país, desde el punto de vista sanitario, el aborto es una tragedia que los programas sanitarios, a medida que se vayan desarrollando, irán disminuyendo.”
* Jefe del Equipo de Salud Reproductiva y Procreación Responsable de la Maternidad Sardá.

VIRGINIA MARTINEZ VERDIER*.
“Hay que ir paso a paso”
“Creo que debemos dar la discusión de la legalización del aborto porque cada persona tiene derecho a decidir qué quiere hacer con su vida y que el Estado no puede prohibir eso. No obstante, no creo que la sociedad esté preparada para el debate de la legalización porque si algo tan sencillo y para nada peligroso como es el tratamiento de la Ley de Educación Sexual en la Ciudad de Buenos Aires hizo que se dijeran cosas tan terribles, no me quiero imaginar lo que puede producir el debate por el aborto. Tanto los conservadores como los autodenominados ‘padres de familia’ dicen que con la educación sexual promovemos las relaciones sexuales tempranas y el aborto; cuando, precisamente, lo que tratamos de evitar son los embarazos no deseados.
Por eso pienso que sería conveniente ir paso a paso. Primero, resolver estos debates previos para que no se demonicen cuestiones como el aborto y, en materia de educación sexual, todavía falta la aprobación nacional y distrital de las propuestas de ley.
Por otra parte, la encuesta señala una aprobación del aborto en caso de pobreza económica. Pero desde mi experiencia puedo decir dos cosas: ese 24,4 es un número muy bajo para personas con problemas económicos; y que también hay otras pobrezas: la afectiva y de socialización, que son las que más afectan a las personas de clase media que no están en condiciones psíquicas de afrontar la llegada de un hijo.”
*Secretaria general de la Federación Sexológica Argentina.

Otras voces 

 - Hilda “Chiche” Duhalde (diputada nacional justicialista): “No es cuestión de aborto sí o aborto no, lo importante es la educación responsable. Ninguna mujer quiere pasar por la interrupción del embarazo, pero la vida y situación las lleva a esto. Debemos esforzarnos por educar, con campañas masivas y los padres deben perder el miedo. Los problemas los tienen las familias pobres y el Estado tiene que darle los métodos y la información sobre sexualidad. No coincido con la Iglesia en esta temática porque lo principal es que la mujer pobre pueda tener los hijos que verdaderamente quiere tener.”

- Torcuato Di Tella (ex secretario de Cultura de la Nación): “Estoy de acuerdo con que la Argentina discuta una ley de aborto, como propuso la semana pasada el ministro de Salud. En cualquier país civilizado y adelantado es lo que se hace. Y no sólo hablo de la mujer que ha sido violada, porque es importante saber si posee o no ganas de tener un hijo.”

- Raúl Alfonsín (ex presidente de la Nación): “Debe abrirse el debate parlamentario. Personalmente estoy a favor de la despenalización cuando el feto es inviable, en todos los casos de violación y cuando hay peligro de muerte para la madre. En cambio, no comparto que sea una libre elección de la mujer. Debería, además, reglamentarse en los casos en que no es punible para que las mujeres puedan practicárselos en el hospital público y no, como ocurre ahora, que deben recurrir a la Justicia.”

-Vilma Ripoll (legisladora porteña de Izquierda Unida): “Con la misma hipocresía del poder, el presidente (Néstor) Kirchner niega este derecho. Dejó contentos al cardenal Martino y a la cúpula de la Iglesia, pero avala que sigan muriendo dos mujeres pobres cada día por abortos sépticos. Despenalizar no significa promover sino reconocer un derecho que luego cada mujer podrá o no necesitar.”


 

 

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