Los ajustes presupuestarios aplicados por Rajoy prometen liquidar por completo la minería del carbón del Estado Español, que actualmente ocupa a más de 8.000 mineros.

El recorte de los subsidios al carbón de más del 60% que planteó el Gobierno, y que le exige la UE, suponen en la práctica el cierre casi inmediato de todas las explotaciones. Contra esta medida las federaciones mineras de CC.OO. y UGT convocaron a cuatro jornadas de huelga, los días 23, 24, 30 y 31 de mayo.

El 23 se realizó la primera, con un paro total en todas las explotaciones. En Asturias y León los mineros cortaron carreteras y autopistas, defendiendo los cortes con barricadas de neumáticos ardiendo. Además, 8 mineros iniciaron un encierro en la mina Santa Cruz del Sil (León) hasta que se retire el decreto contra el carbón. El apoyo de la comunidad que rodea las explotaciones mineras es casi unánime.

Este ha sido históricamente uno de los batallones más combativos del proletariado español, especialmente la cuenca minera asturiana. Ellos fueron quienes capitanearon la insurrección de 1934 que levantó la Comuna de Asturias, y más tarde, en 1962, las huelgas de la minería de esa región fueron un punto de inflexión en el despertar del movimiento obrero que haría entrar en crisis a la dictadura de Franco. Pese a los golpes sufridos a base de falsas “reconversiones” y cierres, hace un año volvieron a dar muestras de combatividad con jornadas de huelga, barricadas, cortes de carretera y enfrentamientos con la Policía y la Guardia Civil, en defensa de sus puestos de trabajo.

En estos días lo vuelven a hacer. Esperamos que la lucha que acaban de comenzar logre confluir e impactar en el resto de sectores que están en pié de guerra contra el Gobierno de Rajoy y sus planes de ajuste, como los estudiantes, profesores y trabajadores sanitarios.