Después de las asambleas y las consultas, los trabajadores del Subte continuamos esta semana con el plan de lucha exigiendo la apertura de paritarias. Las medidas votadas consistieron en nuevas aperturas de molinetes, esta vez por la tarde, y un nuevo paro el jueves de 19 a 23 hs., aumentando la duración en una hora con respecto a la semana anterior. La respuesta de Metrovías y del Ministerio de Trabajo aun brilla por su ausencia, y la firme decisión expresada en las asambleas es redoblar el esfuerzo para obtener no solo la recomposición salarial del 28%, sino también mejoras en las condiciones laborales.

Esta empresa, que es responsable de la muerte de varios trabajadores (el último hace menos de un mes), que no se preocupa por realizar las inversiones en mejoras y mantenimiento, que condena a sus empleados a realizar tareas en ámbitos insalubres e inseguros y que obliga a los millones de trabajadores que son usuarios del subte a viajar peor que ganado y arriesgando sus vidas, pretende aprovechar una vez más la situación para obtener mayores beneficios.
Pero este accionar parasitario de Metrovías sólo es posible por la enorme complicidad que la UTA, el gobierno nacional y el de la Ciudad han demostrado a lo largo de los años. Hace unos días en una audiencia en el Ministerio de Trabajo con la burocracia de la UTA, ésta firmó un acta donde le exige a los funcionarios que actúen contra la AGTSyP, los delegados y los trabajadores a los que denominan como “grupo minoritario” y “gran monstruo”. Por su parte tanto CFK como Macri se pelean por cadena nacional pero ambos acuerdan sostener el gran negociado a favor del grupo Roggio en el Subte: cero inversión y millones en venta de pasajes, publicidad, alquiler de locales e infraestructuras y (obviamente) subsidios. Esta ecuación da siempre como resultado penurias para los trabajadores y los sectores populares, como quedó de manifiesto en forma descarnada con la masacre de Once.

Los trabajadores sabemos que la única manera de participar en la negociación paritaria e imponer nuestras exigencias es a través de la lucha, confiando solo en nuestras propias fuerzas.