Las patronales buscaban dividir: “nada tiene que ver con lo que le pasa a ustedes” decían los supervisores. “Pero como no, si a nosotros también nos patotean y tercerizan”, les contestaban.

Hace un año, el subte fue el primero en parar. Kraft votó paros de una hora en cada turno, donde se realizaban asambleas. A las seis y media se cortó la ruta junto con la interna de Donelley y PepsiCo. En esta última se realizaron asambleas y paros por turno. El corte de Panamericana congregó a los medios y millones escucharon la denuncia de los dirigentes clasistas que gritaban “¡abajo la burocracia y sus patotas!” y pedían justicia. Por esa acción hoy enfrentan juicios dirigentes clasistas como Hermosilla y Gentile (Kraft), Norniella y Balaguer (Pepsico).

En el Oeste hubo asambleas y movilizaciones de obreros de Jabón Federal y el Hospital Posadas. Paró la gráfica Morvillo.

En Capital decenas de dependencias estatales participaron del paro de la CTA, con una destacada participación del Indec, la Dirección de Música, y los docentes. Los trabajadores de LAN pararon dos horas y realizaron asambleas.
En La Plata, en el Astillero Río Santiago se votó paro total sin concurrencia. Estatales de distintos ministerios, junto con docentes, realizaron un impresionante corte.

En Neuquén, la comisión directiva del Sindicato Ceramista garantizó asambleas en las 4 fábricas, y se movilizaron junto a docentes y estatales fue importante.

A un año de aquella contundente solidaridad de clase, todos estos compañeros se hicieron presentes en las acciones que se realizaron en homenaje a Mariano y exigiendo cárcel a la patota y los responsables políticos. Es una bandera fundamental para construir una corriente clasista en el movimiento obrero. Así lo entienden los compañeros que impulsan el periódico Nuestra Lucha.