Fueron muchas/os los compañeros/as que nos decían “y? pasamos?, qué bueno!”. Sin temor a equivocarnos podemos contar que cerca de 150 compañeras/os de la fábrica votaron al Frente. 80 obreras/os se llevaron 340 boletas para que la familia, los amigos y conocidos nos voten y además tengan boletas en el cuarto oscuro, decenas nos mandaban mensajes avisando que había o no había boletas. Días antes de la elección muchos nos decían “pasame boletas que la convencí a mi jermu y a mi suegra”. La campaña en la fábrica tuvo presencia no sólo por las pintadas que hicimos con los compañeros del Comité sino por los stickers de “Katy y Coria”. Un puñado de compañeros nos ayudó en la fiscalización. 

El lunes había alegría, no faltaron anécdotas de compañeros y de sus familiares, muy emocionados por el triunfo. Vencer esta barrera proscriptiva del Estado burgués terminó siendo una causa no sólo de los militantes de la izquierda sino del activismo y de sectores de base de nuestra clase. Logramos que el triunfo sea de ellos también, que se involucren políticamente. Esto último es un logro de la campaña democrática, del gran acto realizado en Pacheco y del debate que abrimos en las fábricas de la Zona Norte. Ahora viene la campaña hacia octubre, a la vez, está planteado organizar a más compañeras/os con el Periódico Nuestra Lucha y en la Alimentación organizarnos para recuperar nuestro sindicato.