por PTS - Mar del Plata

El 13 de diciembre de 1971 una banda de matones de la Concentración Nacional Universitaria irrumpe en una asamblea de la Facultad de Arquitectura de Mar del Plata, asesinando a la estudiante Silvia Filler. Ese fue el bautismo de fuego de la CNU en nuestra ciudad.

La CNU que había surgido en la Universidad de La Plata hacia fines de los ‘60 y que posteriormente se extiende a la Universidad de Mar del Plata era parte de la ultraderecha peronista, que junto a la juventud sindical fueron bandas contrarrevolucionarias amparadas por el Estado con el objetivo de asesinar y perseguir a los activistas obreros y estudiantiles.

La causa que investiga el Juez Pradas sobre los asesinatos de cinco militantes de la izquierda peronista perpetrados por la CNU en represalia al asesinato de Piantoni el 21 de Marzo de 1975, tiene 7 imputados. El ex líder de la CNU Patricio Fernández Rivero y Mario Durquet están detenidos, mientras que cinco aun continúan “prófugos”. Entre ellos el ex fiscal general y candidato a intendente por el PJ en 1983, Gustavo Demarchi.

El asesinato de Silvia Filler y los posteriores crímenes de la CNU muestran la incompatibilidad del discurso de Cristina en el acto de River cuando plantea “hoy está unida la juventud sindical y la izquierda peronista”. El gobierno llama a la unidad de la juventud para defender el “modelo nacional y popular”. Pero lo que no pueden esconder es que uno de los dirigentes de aquella juventud sindical y de la CGT Mar del Plata, es Hugo Moyano quien fue llamado a declarar por los crímenes de la Triple A. Hoy el principal sostén del kirchnerismo.

El asesinato de Silvia Filler está en el ADN de la burocracia sindical moyanista, y hoy los métodos patoteriles continúan con el vil asesinato del joven militante del Partido Obrero, Mariano Ferreyra, a manos de las patotas de la burocracia de la Unión Ferroviaria de Pedraza, por solidarizarse con la lucha de los tercerizados del ferrocarril.

Los autores intelectuales y materiales de los crímenes de la Triple A y de la CNU han gozado todo este tiempo no solo de la más absoluta libertad sino que, muchos de ellos, siguen en funciones dentro del aparato represivo del estado, de compañías de seguridad gracias a numerosos pactos de impunidad de los gobiernos constitucionales. Con la lucha y la movilización hemos logrado echar a Horacio Raya de la Universidad de Mar del Plata, partícipe necesario del asesinato de la compañera Silvia Filler. Hoy tenemos que organizarnos para lograr justicia para Mariano Ferreyra con Pedraza en la cárcel, y que todos los integrantes de la Triple A y la CNU vayan presos.