Luego de 31 días de toma, en una sesión extraordinaria del Consejo Directivo, y frente a la presencia de cientos de compañeros, la gestión del deKano Trinchero tuvo que votar las exigencias de la asamblea estudiantil. Después de un mes en el cual dijo que los reclamos de Filo no eran “genuinos”, Trinchero fue derrotado por la fortaleza de nuestra pelea.

Nuestra lucha consiguió que se votara una resolución que contempla las reivindicaciones de los estudiantes: la construcción de un edificio para todos que no tenga actividades aranceladas, que esté integrado al actual edificio y que tenga como prioridad la construcción de aulas de grado, un comedor universitario y un jardín maternal. Mientras el gobierno K anunció que la menemista y privatista Ley de Educación Superior seguirá vigente por lo menos hasta el año que viene, con la lucha de Filo derrotamos al decano K que quería un nuevo edificio para actividades aranceladas. Es un gran paso en la defensa de la educación pública. Fueron la fortaleza de la toma apoyada en asambleas masivas de más de mil compañeros/as, nuestra independencia política y la coordinación con otras facultades y sectores en lucha, lo que demostró cómo torcerle el brazo a Trinchero.

Pero con nuestra lucha no sólo conquistamos nuestras reivindicaciones, sino que también defendimos al CEFyL frente a los K, un centro que estuvo a la cabeza de la unidad obrero estudiantil con la ejemplar lucha de los trabajadores de Kraft, que realizó una gran campaña por la aparición con vida de Luciano Arruga contra el verso de los derechos humanos K y que después de 40 años volvió a editar la revista del CEFyL para impulsar debates teóricos, políticos e ideológicos entre docentes y estudiantes, entre otras importantes iniciativas. Por eso nuestro triunfo tiene también este valor: mientras los K se jugaban a derrotar al CEFyL y con sus decanos, sus burócratas y sus intelectuales de Carta Abierta poner a Filo al servicio de los K, con nuestra lucha defendimos uno de los centros más combativos del país, que lucha por poner la universidad al servicio de los trabajadores y el pueblo y por unirse a los trabajadores para dar respuesta a los grandes problemas nacionales.