El martes 5 asesinaron a un compañero a metros de la terminal de la línea 524 –también de Zona Sur– y el gremio llamó a un paro general en el área metropolitana. Un día antes se había mostrado preocupado por un despido en la 266 y después por “seguridad”. No tendríamos que sorprendernos si no fuera por que el gremio es el que se preocupó poco y nada por otros despidos, por nuestra seguridad en las condiciones de trabajo y paritarias en estos últimos años. La UTA, que no plantea ninguna medida de fuerza seria para lograr trabajar 6 horas (para estar menos expuestos en accidentes de tránsito), dice estar preocupada por nosotros. Su “logro” con la medida de ayer fue irrisorio: consiguió que nos pongan un timbre más (botón antipánico). Con el que tenemos en la puerta de atrás ya nos alcanza para volvernos locos.

Pensar que a nuestros dirigentes les agarró un ataque de combatividad es pecar de inocentes. Más bien tendríamos que pensar que usan todo esto para sus intereses: como el de dirimir las diferencias con la CGT, con la cual mostraron enojo cuando no se pronunció por el fallo de la Corte a favor de los compañeros de Subte y su sindicato. Estos señores nos usan para hacer su política y cuando nosotros hacemos política a favor de los trabajadores nos dicen que está mal. Por eso los trabajadores del transporte de colectivo sólo debemos confiar en nuestras propias fuerzas peleando por tener agrupaciones y cuerpos de delegados combativos, como el Subte, como en la 60, Ecotrans (ex TDO), etc. Tenemos que empezar a ser parte del nuevo sindicalismo de base que se expresa en estos sectores y en otros como los compañeros de Kraft y los tercerizados ferroviarios que pelean por dejar de ser trabajadores de segunda. Si al gremio le importa defender nuestros intereses, que haga asamblea en todas las líneas para discutir un plan de lucha serio por las 6 horas, condiciones de trabajo y paritarias. Esto lo podemos lograr solamente impulsando la organización desde abajo.

Choferes Zona Sur