Desde hace semanas en el puerto de Buenos Aires se respira un aire distinto, ya que las voces de los trabajadores se empiezan a oír y ponen incómoda la burocracia moyanista de la FEMPINRA (Federación Marítima Portuaria) que, aunque intenten lavarse la cara ante las bases y posar de combativos, son los mismos que aportaron a las derrotas de las privatizaciones que llevó a miles de obreros a quedarse en la calle y generó la división por gremios, contratados y terciarizados que existen hoy. Las históricas asambleas de todos los gremios que estamos haciendo rompen con el centralismo de la FEMPINRA y con esta división.
En las asambleas de la Marina Mercante se empiezan a expresar sectores que pelean porque lo que se discute en la asamblea sea lo que lleven los delegados a los plenarios y no al revés.
La patronal no quiere dar ningún aumento y antepone un aumento de tarifas cuando bien sabemos los millones que se llevan las navieras y terminales multinacionales con el comercio exterior. Por otra lado, la burocracia, tomando nota del efecto de Kraft y el 35%, y para contener, llamó a un paro y movilización con el objetivo de calmar las aguas, buscando la conciliación obligatoria desde el primer momento y negociando los montos por fuera de los trabajadores portuarios.
En el marco del paro y movilización marchamos más de 400 portuarios de TRP, Terminal 4 y Terminal 5 al Ministerio de Trabajo al grito de “ya lo veo, ya lo veo 35% pa´ todos los compañeros” y mientras la dirección de la FEMPINRA firmaba arriba la conciliación, sin que las empresas ofrezcan nada a cambio, abajo se discutía como seguirla: asambleas de todo los portuarios en las cuales discutamos cómo lograr: el aumento salarial del 35% y el pase a planta permanente de todos los contratados y los que cumplen tareas portuarias que están fuera de convenio.
Luchemos, mas allá de las divisiones que imponen de gremios, por la unidad portuaria.
Trabajadores del puerto de Bs. Aires
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