Integrante de la Agrupación Negra de ATEN

Las trabajadoras y trabajadores de la educación de Neuquén estamos por finalizar la semana número 11 de paro, en lo que ya se está constituyendo como una lucha histórica, por las semanas que llevamos de lucha y la magnitud de la huelga.

Durante el último fin de semana se llevó adelante una nueva mesa de negociación donde el gobierno del MPN presentó una propuesta miserable, que divide a los docentes por sectores, ataca el estatuto del docente modificando el régimen de licencias, no da respuestas a las demandas de infraestructura, partidas para refrigerio, ambulancias y servicio de emergencia que venimos reclamando junto a padres, madres y estudiantes, y significa de promedio un aumento menor al 8% en nuestros salarios. Además no contemplaba la devolución de los descuentos de los días de paro que el gobierno hizo compulsivamente, incluso a trabajadores y trabajadoras que están con licencias por enfermedad.

Frente a esta burla, en las asambleas de ATEN del día lunes rechazamos masivamente la propuesta, como en la de Capital donde participaron más de 1.000 docentes, se rechazó de forma unánime, y continuamos con el paro.
El martes más de 3.000 docentes nos movilizamos a Casa de Gobierno para llevar nuestra respuesta negativa al secretario de Estado de Educación, Cultura y Deportes, Ernesto Seguel. Y el miércoles nuevamente fuimos miles en las calles, esta vez junto a los trabajadores/as de la salud, que salieron a la lucha por aumento salarial y en defensa del sistema público de salud, y a los obreros ceramistas, que siguen en su lucha por el pago de los salarios adeudados desde noviembre del año pasado en Stefani y porque se finalice el trámite de la expropiación de Zanon.

Esta respuesta de los trabajadores y trabajadoras de la educación es una muestra de la fuerza que todavía tiene esta huelga, a pesar incluso de la política de las conducciones de ATEN Provincial (Azul y Blanca) y Capital (Naranja, en la Lila Nacional), que todo el tiempo buscan ponerle límites a la lucha, evitando por ejemplo que se avance en medidas más duras como los cortes de ruta, en pos de limitar la huelga a una lucha de “presión” al gobierno, llegando por momentos a plantear aceptar la “tregua” que pide el gobierno para negociar. Once semanas de huelga y ninguna respuesta del gobierno muestran que es necesario profundizar la lucha, para derrotar a Sapag y al MPN y conseguir nuestras demandas. Necesitamos una orientación decidida y contundente, como avanzar en los cortes para paralizar el circuito productivo, acciones que se vienen votando en varias asambleas.

Nacionalizar la lucha para romper el aislamiento

Si los docentes de Neuquén llevamos casi tres meses de lucha sin ninguna respuesta, gran parte de la responsabilidad la tienen las conducciones burocráticas de CTERA y la CTA, que vienen dejando aislada nuestra huelga. En Neuquén las conducciones de CTA y ATE hicieron todo lo posible para evitar la coordinación y la unidad de las luchas de estatales que había en la provincia.
Primero, abandonando la lucha en defensa del ISSN (caja jubilatoria y obra social provinciales), que convocaba a miles de estatales en las calles cada vez que llamaban a un paro. Luego, negociando por separado un aumento en negro para auxiliares de servicio, y esta semana sentándose junto a UPCN con el gobierno para acordar, sin ninguna discusión en la base, un aumento para los monotributistas y demás precarizados del Estado, abandonando cualquier planteo de pase a planta de los contratados y aumentos “en blanco”.

A nivel nacional, igual que en el 2007 que recién convocaron a un paro en todo el país luego del asesinato de Carlos Fuentealba, la CTERA mira para otro lado, y fue dejando aisladas una a una las luchas de los docentes de distintas provincias. Llamamos a las conducciones y agrupaciones docentes opositoras de todo el país a organizar una jornada nacional de lucha en apoyo a la huelga docente de Neuquén, exigiendo a CTERA un paro nacional ya, y a impulsar un gran Fondo de Huelga, para que no quiebren nuestra lucha por hambre.