El gobierno mediante de resolución del Ministerio de Trabajo nuevamente jugó a favor de las empresas de la Alimentación y la semana pasada dictó la conciliación obligatoria. Para las empresas no significaba ninguna traba pero para los trabajadores la imposibilidad de realizar medidas de fuerza. Días antes en Kraft y PespiCo se habían realizado fuertes paros de dos horas por turno pese a que el Sindicato la llamó de un momento a otro.

Sin embargo, pese a la conciliación, en Córdoba un plenario de Delegados del STIA tuvo que negarse a acatar la conciliación ante una fuerte presión de la base (sobre todo en Arcor) y mantuvo un paro en las plantas de Córdoba. El STIA de Capital se negó a convocar a un plenario para discutir sobre la disposición del gobierno, ni hablar de rechazar la conciliación y seguir con las medidas. Lejos de esto, la conciliación fue para Daer un momento de descanso.
En Kraft y PespiCo se hicieron asambleas, se repudió la conciliación y se resolvió trabajar haciendo que se respete estrictamente las normas de seguridad e higiene y el convenio colectivo producto de lo cual, en Kraft estuvieron paradas líneas enteras durante horas y turnos completos.

Los congresales verdes, salieron a atacar a los trabajadores de Arcor queriendo mostrarlos como los responsables de la conciliación porque realizaron medidas duras, atacando a “la izquierda” por ello. La historia parece repetirse un poco: el gobierno hace “buena letra” con los monopolios, Daer ataca a los trabajadores acusándolos de “izquierdistas”, las empresas se mantienen intransigentes. La última vez que Daer junto a Moyano hablaron de la “ultraizquierda” prepararon las condiciones para el desalojo de Kraft. Ahora buscaron aislar a los trabajadores de Arcor. Pero no lo lograron.

Corte en la Pana

El martes 28 los obreros de Kraft masivamente subieron a la Panamericana nuevamente junto a la Comisión Interna y trabajadores de PepsiCo y le dijeron al país que ellos quieren un plan de lucha en serio, que no se puede vivir con 2100 pesos y que el corte es en apoyo también a los trabajadores de Arcor y de Felfort. Al finalizar el corte, Javier Hermosilla dijo “que Cristina y Lopez Matheu vivan con 2100 pesos si pueden” y exigió el llamado a un “congreso o plenario de delegados y asambleas por fábrica para votar un plan de lucha en serio porque los paros de algunas horas son insuficientes”. Es cierto porque frente a la dureza de las empresas, Daer quiere responder con medidas más que tibias y llegó la hora de organizar un fuerte plan de lucha. En la Panamericana estaban los compañeros de Fate que este viernes se movilizan por el 35% de aumento y la reapertura de las paritarias y los trabajadores de Donelley que exigen un aumento del 25% en el básico ( que significa cerca del 40% de bolsillo). Un apoyo común empieza a darse entre los sectores antiburocráticos y eso es muy alentador.

Prórroga de conciliación

La conciliación vencía a las 0 horas del día jueves, al cierre de esta edición. En PepsiCo y en KRaft durante la noche se hicieron paros de 4 y de 2 horas que fueron masivos, pese a que el STIA las llamó de un momento para el otro y a que durante todo este tiempo se niegan a informar de las negociaciones, ni hablar de discutir democráticamente las medidas a seguir como exigen las internas y delegados opositores.

Al cierre de esta edición se supo que el ministerio prorrogó la conciliación y el sindicato dice que la acatará. Esta prórroga es para enfriar el clima en las fábricas y maniatar a los trabajadores que estaban dispuestos a profundizar las medidas. En las bases y los sectores antiburocráticos hay ganas de seguir la pelea por el salario y por eso reclaman congreso de delegados con mandato de asamblea. Daer y la Federación ocultan las negociaciones y después convocan en forma inconsulta y sorpresiva a paros, que como el último sólo se concretó en un puñado de empresas, entre ellas Kraft y Pepsico. Hay que seguir movilizados en medio de esta nueva trampa que es la prórroga de la conciliación. No bajar los brazos.

Los trabajadores de la Alimentación siguen con su pelea y desde Kraft y PepsiCo se reclama: 35% ya y salario igual a la canasta familiar. Asambleas en todas las fábricas y Congreso de delegados con mandato de base para votar un Plan de lucha para torcerle el brazo a las empresas.