Desde hace tiempo los trabajadores de Terrabusi reclaman que el sindicato convoque a un paro del gremio y que la CGT apoye con medidas concretas la lucha por la reincorporación. Era justa la exigencia a ambos. La CGT sólo apareció para la foto pero se negó a cualquier medida. ¡Ni siquiera recibió a los dirigentes obreros de Kraft como se había comprometido! Una vergüenza.

La culpa es de La Verdad Obrera

Daer convocó a un plenario de delegados, donde participan congresales que no representan a nadie, ya que fueron elegidos en una elección fraudulenta. Mientras, las grandes fábricas tienen una representación disminuida. Sin embargo, el debate que se originó en el plenario, junto con el mandato de varias Internas, obligaron a Daer a tener que responder. Sin argumentos serios, haciéndose los ofendidos por lo que se publica en este periódico La Verdad Obrera que llega a las principales fábricas alimenticias, se negó a votar un paro de toda la alimentación.

Ni el dos por ciento

Lo mas escandaloso fue cuando rechazó que “el 2% del sueldo que se le descuenta a los trabajadores (sean afiliados o no) de Terrabusi y que van para el STIA, fuera entregado al fondo de lucha de los despedidos”. ¡Ni el 2% que se llevan todos los meses en Kraft pudo volver para sostener a los despedidos que resisten! Así lo exigieron los compañeros de Terrabusi que juntaron firmas por este reclamo de la mayoría de la fábrica. Fueron secundados en este reclamo por el conjunto de la Interna de PepsiCo Snacks, por delegados de Stani-Cadbury y de Bonafide. Las cuatro empresas más grandes de la alimentación votaron con los obreros de Krfat contra Daer. Sólo el carácter burocrático del plenario es lo que evitó que esta moción ganara.
La Agrupación Desde Abajo cumplió un papel importante al plantearse unir a las internas y delegados que se propusieron enfrentar a Daer para apoyar a los trabajadores de Kraft y desenmascaró el rol traidor de la burocracia sindical al que hay que dar amplia difusión en todo el gremio.