Del ridículo no se vuelve. Parece que bajo el influjo de Claudio Rico, el doble del ex líder de la FTV en el segmento “Gran Cuñado”, Marcelo Tinelli terminó de convencer a Luis D’Elia para transformarse en una figura mediática, enteramente divorciada de las necesidades de los movimientos de desocupados que alguna vez lideró, y hace rato abandonó, mientras hoy en día vive en su barrio El Tambo custodiado por un patrullero. Encima, estableció una alianza con la CGT cuando a acordó con Moyano promover una marcha contra la “zurda loca”, como declaró el dirigente de la UOM José Belem, destilando el más rancio macartismo contra los partidos de izquierda y la misma CTA, su organización de origen. Patético.