La Coordinadora de Actividades Mercantiles representa a sectores de la burguesía no monopolista, con peso en los parques industriales y ciudades del interior.

Es uno de los sectores considerado “oficialista”: ha apoyado al gobierno a cambio de subsidios. En el CES quiere “la defensa de producción nacional y las leyes de accidente de trabajo”.

Osvaldo Cornide, su titular, también ha sido oficialista en otros momentos más oscuros. En 1977, firmó una solicitada donde destaca “los importantes logros del Gobierno Militar en el plano de la acción antisubversiva y el restablecimiento de la moral pública, el orden y la seguridad” (La Prensa, 1977).

Las empresas pequeñas y medianas son, a pesar de lo que intenta demostrar la centroizquierda, uno de los sectores con mayor trabajo en negro, flexibilización y persecución sindical. Pertenecen a la CAME, por ejemplo, la Asociación de Empacadores de Ajo de Mendoza, denunciada por el trabajo infantil y esclavo. O la Cámara de Industria de Villa Mercedes, que pide el desalojo de los obreros de Tersuave, hoy en conflicto.

Así, en los establecimientos de este sector, el 87 % de los trabajadores no tiene representación sindical, y en el 74 % hay trabajo en negro (IDESA).