Después de la jornada nacional de protesta de la CTA entrevistamos a nuestras compañeras Virginia Pescarmona, docente de la Agrupación 9 de abril y a Ana Laura Lastra, Delegada de la Junta Interna ATE INDEC y miembro de la Agrupación Marrón Capital, y a José Montes, Delegado del Astillero Río Santiago, miembro de la Agrupación Marrón y de la dirección nacional del PTS.

¿Cuáles fueron las características de la jornada de hoy?

Virginia Pescarmona. La Jornada Nacional de Protesta, convocada por la CTA, se llevó a cabo con cortes en varios puntos de la Ciudad y el país, un paro nacional de ATE y paro de algunos gremios locales, como ADEMyS (un sector docente de Capital), AMSaFe, y otros. Nuestra corriente participó activamente con un boletín firmado por las distintas agrupaciones clasistas que la integran.

¿Qué opinan de las diferentes posturas de la CGT y la CTA?

José Montes. Horas antes de la jornada, la CGT recibía del gobierno K 156 millones de pesos de las obras sociales. Harán un acto por la supuesta “defensa del trabajo” el 30 de abril, en realidad pensando más en los cargos para las próximas listas del PJ que en los trabajadores. Una vergüenza.

En otra sintonía, la CTA plantea que la crisis capitalista en curso “no caiga sobre las espaldas de los millones de trabajadores”. Este planteo correcto en general, como muchas de las denuncias que hace la CTA sobre la pobreza, la indigencia, nuestros bajos salarios y la precarización laboral; no tiene relación con las acciones que tenemos que llevar adelante los trabajadores para hacer realidad nuestras demandas. Hoy ni siquiera llamaron a parar a todos los sindicatos que integran la Central, ni a una gran marcha a Plaza de Mayo.

Pero hubo un Congreso de la CTA en el que se decidió esta convocatoria...

Ana Laura Lastra. Desde las agrupaciones que integramos con compañeros independientes, venimos planteando que, lamentablemente, el IX Congreso de la CTA que convocó a esta jornada perdió una oportunidad de por lo menos intentar unir a la mayoría de los sindicatos que la integran. Ni siquiera lo abrieron a los sectores que estaban luchando en ese momento. Mirá, en ese momento, había 12 provincias con lucha docente que no tuvieron expresión porque le dieron la espalda y sesionaron sin iniciar un proceso de discusión de abajo hacia arriba, democrático, que llegue a los dos millones de afiliados que la CTA dice representar.

También tendrían que haber convocado a otros sectores en lucha, por citarte un ejemplo claro, se me ocurre el Subte que está en proceso de formar su propio sindicato, u otros que la estén peleando contra los burócratas de la CGT.

VP. Es verdad, los docentes no tuvimos ni siquiera un paro para el día de hoy. Eso que somos el Sindicato con más trabajadores de la CTA, somos unos 800 mil trabajadores y encima los que más estábamos saliendo a luchar por los salarios de hambre que tenemos. ¡Ojo! nosotros decimos que no alcanza con paros aislados, sino que hace falta un paro que sea el inicio de un plan de lucha serio con plenarios abiertos a las bases, con mandatos de asamblea, etc. Pero ni siquiera pudieron ponerse de acuerdo para convocar a un paro general.

Tanto Micheli de ATE Nacional como Yasky de la CTA plantearon en el acto central del cierre de la jornada que la respuesta la tiene el gobierno y dejaron abierta la fecha de un paro nacional. ¿Qué significa y cómo analizan esto?

AL. Yasky dijo eso, que llamarán a un paro nacional de la CTA para mediados o fines de mayo, previa reunión de la Mesa Nacional. Sin embargo, necesitamos que se abra ya mismo un proceso de discusión en la base de los sindicatos, con asambleas en todos los lugares de trabajo, para debatir qué fecha le ponemos al paro nacional y cómo seguimos un plan de lucha para enfrentar los distintos planes de las patronales para hacernos pagar la crisis.

JM. Lo que verdaderamente necesitamos los estatales es un plan de lucha nacional. Que surja desde abajo con asambleas en todos los lugares de trabajo, en los estatales, en las escuelas y en los barrios, con delegados de base con mandatos que puedan poner en discusión nuestras reivindicaciones; y para extenderlo a nuestros compañeros de la industria, los servicios y los gremios donde mayoritariamente dirige la CGT.

¿Qué programa debemos levantar desde los trabajadores de la CTA para hacer efectivo que “la crisis no la paguemos los trabajadores”?

AL. En la declaración de la CTA hay una definición progresiva: “No se puede aceptar la devaluación con congelamiento salarial que promueven los del sector industrial ni la extensión de la eliminación de las retenciones por parte de los ruralistas. En cualquiera de las dos variantes terminamos perdiendo los asalariados para que ellos se sigan asegurando mayores ganancias”. Pero ¿qué le oponemos a estas variantes? Algunas demandas del pliego como la suspensión de despidos, asignación familiar por hijo y otras, son correctas pero no están articuladas para responder al ataque que la misma dirección de la CTA denuncia que viene. Se denuncia la política de los ruralistas pero no se habla de qué hacer con la renta agraria, el control de los monopolios cerealeros del comercio exterior y la gran propiedad capitalista del campo, que es algo parecido que estar en Venezuela y no decir qué hay que hacer con el petróleo. Lograr que se mantengan los puestos de trabajo existentes repartiendo las horas de la jornada; conseguir un salario igual a la canasta familiar o un plan de obras públicas para ocupar a todos los desempleados, significa que la crisis hay que hacérsela pagar a los capitalistas. Y esto significa, por ejemplo, nacionalizar el comercio exterior para garantizar la “soberanía alimentaria” y capturar lo que se llevan las multinacionales. Si los sindicatos no empiezan a discutir un programa independiente, terminan yendo detrás de una variante de alianza con los capitalistas.

Tanto Hugo Yasky como Víctor De Gennaro se pronunciaron a favor de apoyar la candidatura de Sabatella y Pino Solanas, ¿Qué plantea el PTS ante estos alineamientos?

JM. Hoy Pablo Michelli dijo que dentro de la Central “hay distintas posiciones políticas, pero unidad ideológica”. Esto justificaría que, unos más amigos de la Federación Agraria y otros más del gobierno, juntos impulsan alianzas de centroizquierda.

La ideología de la centroizquierda, siempre ha sido que los sindicatos le sirvan de sostén a algún tipo de arribista, como fue con el espaldarazo que en su momento le dio De Gennaro a Chacho ˜álvarez. El actual apoyo de la CTA a Sabatella, ¿incluye que dirigentes de nuestros gremios podrían integrar las listas y cargos como funcionarios municipales? ¿Se repetirá la historia del UNE en Neuquén, la alianza que la CTA regional formó con kirchneristas y radicales k? La experiencia no terminó bien. Los dirigentes que provienen de la CTA con cargos en el gobierno de la capital de la provincia, miraron para otro lado cuando reprimieron a los vecinos de un barrio pobre que ocupaban tierras.

Situaciones como ésta se multiplicarán con la crisis que avanza. Para evitar ese callejón sin salida nuestro planteo es abrir un debate serio y democrático, en todos los ámbitos de la CTA y sus sindicatos y juntas internas, para la construcción de un partido de trabajadores independiente de toda variante patronal.