La Asamblea Universitaria, convocada para reformar los estatutos de la UNLP, pasó a cuarto intermedio. Los primeros dos días bastaron para quitarle al movimiento estudiantil su necesaria participación en la elección de decanos, aprobó la transferencia de trabajos a terceros, entre otros avances. Los únicos pasos progresivos son los que se impusieron con la lucha de años, como la inclusión a los no docentes al gobierno universitario, con las restricciones que toda reforma asume, cuando es asumida por las camarillas. Así, las camarillas se fortalecen, con una enorme campaña mediática, mostrándose como los garantes de una reforma progresista.

La universidad de la Ley de Educación Superior (LES) está hoy más fortalecida que antes de esta Asamblea reaccionaria. Nada para ganar tiene el movimiento estudiantil con esta asamblea y sí mucho para perder. Por esta razón, desde En Clave Roja, nos retiramos de la misma. Esta resolución es la que tomó, a su vez, la asamblea estudiantil de Bellas Artes.

No podemos permitir que utilicen al movimiento estudiantil para encubrir que la mayoría de la comunidad universitaria es completamente ajena a esta reforma. El movimiento estudiantil tiene que darle la espalda a esta asamblea y deslegitimar el discurso vergonzoso de las autoridades.

Llamamos a los compañeros de la Copa, Insurrectos, Cauce-MIU, PO, con quienes compartimos la conducción de la Federación Universitaria; a la Cepa, el PC, Suma, y a los graduados y docentes, a que retiren sus consejeros de esta asamblea reaccionaria. Todavía estamos a tiempo. La FULP y los centros opositores tenemos que movilizarnos el próximo sábado y denunciar que la reforma es un operativo que va a cambiar algo para que nada cambie.