Los obreros de Zanon han abierto la fábrica a la comunidad: miles de alumnos la visitan todos los meses. Festivales artísticos y recitales de rock a precios populares convocan a miles de jóvenes dentro de la planta. Son conocidas las permanentes donaciones de cerámicos y materiales a hospitales y escuelas, comedores infantiles y familias con necesidades extremas.

En medio de la desidia oficial para los miles de neuquinos que viven sin acceso a los más elementales servicios, Fasinpat dona más de 1.000 metros cuadrados de cerámicos todos los meses. Es una forma de retribuir la solidaridad de la comunidad pero, sobre todo, una demostración de cómo una fábrica como Fasinpat podría ser puesta al servicio de la comunidad con un plan de obras públicas dirigido por los propios trabajadores.