En la mañana de hoy un cuerpo de Infantería de la maldita Bonaerense irrumpió en la sede del SOIP que desde hace meses se encuentra ocupada por sus trabajadores, desalojando violentamente a los fileteros que se encontraban de guardia mientras sus compañeros-as mantienen la ocupación de la sede del Ministerio de Trabajo de Nación.
Luego de desalojar la sede del SOIP y militarizar, aún más toda la zona en donde se encuentra ubicado el mismo, el fiscal anuncio su decisión de desalojar también a los ocupantes de la sede ministerial que desde ayer han iniciado una huelga de hambre. Estamos ante horas decisivas. El gobierno y la patronal pretenden iniciar una nueva ofensiva para derrotar a los fileteros que exigen la registración y así evitar que esta dura lucha se extienda ante la proximidad de la asunción del nuevo gobierno y el inicio de la temporada de verano recientemente inaugurada por Scioli. Silenciar la voz de los fileteros que se levantaron contra el trabajo en negro es un problema de suma importancia para una patronal que aprovecha el turismo para amasar millones utilizando a miles de trabajadores eventuales y precarizados; por eso su saña en derrotarlos. Desalojar a los obreros de su propio sindicato utilizando las fuerzas de seguridad no solo es copiar los métodos de las peores dictaduras, sino que también pone en evidencia cual será la respuesta del futuro gobierno de Cristina de Kirchner ante quienes se levanten contra el Pacto Social que preparan para seguir garantizándole a la patronal salarios devaluados y trabajo precario. La traidora burocracia del SOIP que huyo del sindicato ante los reclamos de los fileteros coperativizados, hoy festejo la “recuperación” del sindicato.
En estos momentos los fileteros realizan una asamblea para definir su respuesta ante la ofensiva del gobierno y la patronal. No podemos permitir que sean derrotados, hace falta iniciar una gran campaña nacional de solidaridad.

Corresponsal

22/11/07