Desde que Kraft compró la ex Cadbury-Stani se vienen sucediendo conflictos por las malas liquidaciones de sueldo y de vacaciones, con paros y denuncias en el Ministerio de Trabajo. Sin embargo a pesar de las denuncias y de la decisión de los trabajadores obligando muchas veces a que la Interna llame a parar para hacer cumplir su derecho de cobrar en tiempo y forma, la empresa sigue incumpliendo.

Así fue que en vísperas de fin de año cuando muchos tenían que empezar a salir de vacaciones, no tenían depositada la liquidación. La bronca se extendió entre los trabajadores del turno mañana. La comisión interna aliada de la Verde, terminó imponiendo un paro pero sin que la decisión la tomen los trabajadores. De esta forma, se aseguraban tener más margen de maniobra para intentar levantar el paro burocráticamente. Así fue que en el turno tarde en una asamblea se jugaron a levantar diciendo que había un compromiso de la empresa de pagar a las 0 horas y que a cambio de aceptar no se trabajaría el domingo 30 a la noche y el 31. A simple vista parecía un buen acuerdo, pero pudo más la desconfianza de los trabajadores a las falsas promesas de la patronal. Fue clave la intervención de un extendido activismo y de la Bordó para desbaratar esta maniobra. Se le criticó a la Interna el método burocrático con el que se llamó al paro y se planteó que había que separar los reclamos sin que uno vaya en detrimento del otro, ya que por ejemplo en la planta de Pacheco de Kraft la patronal ya había dado el 30 y 31 libres y que había que agarrarse de eso y mantener el paro hasta que esté la plata de las vacaciones. Esto se votó masivamente entre aplausos y ovaciones. La Interna quedó descolocada al ser sobrepasada. Su intención que era levantar el paro aceptando el chantaje patronal, como reconoció uno de los delegados en asamblea, quedó al descubierto. Esto obligó al principal referente de la Interna a tener que romper el acuerdo frente a todos y acatar el paro, esta vez votado democráticamente.

La respuesta de la patronal fue nefasta: cerró el servicio de comedor y proveeduría diciendo que era sólo para los que trabajaran. Finalmente la gerencia de Pacheco tuvo que venir a la planta para intentar amedrentar y levantar el paro pero no lo consiguieron. La bronca por lo del comedor había crecido y mientras tanto ingresaba el turno noche y el paro se mantenía firme. Lejos de la promesa patronal la plata estuvo a las 6 am y recién ahí se levantó el paro en medio de un clima de triunfo. Se había ganado una batalla a la patronal, a la Comisión Interna y a la dirección del STIA, que estuvo ausente las 19 horas de paro en la planta. 

Una vez más se demostró que sólo mediante la lucha de los trabajadores, y con una organización fuerte de oposición política y sindical con la Bordó, es la única manera de hacer frente a los ataques de la patronal, las vacilaciones de la Comisión Interna y las agachadas del Sindicato.

Corresponsal Agrupación Bordo Kraft- Pta.Victoria