Otra forma de ataque a los delegados que se oponen a la burocracia, a la patronal y al gobierno son los desafueros a los delegados gremiales. Es mi caso, o el de mis compañeros Guillermo Bentancourt (Siderca), Víctor Ottoboni (Fate), Poke Hermosilla y Julio Tévez (Kraft).

Mi persecución por parte de Fiat-Iveco se inició cuando decidí no avalar el despido de cientos de mis compañeros contratados, a principios de 2009. La burocracia del SMATA comenzó con sumarios internos, luego la suspensión y más tarde la expulsión en un congreso trucho. La empresa luego inició un juicio de desafuero, y me impidió ingresar a la planta durante más de un año por decisión de una justicia funcional a los intereses de las grandes empresas. Luego me despidió.

Hoy llevamos adelante un juicio por reinstalación en el Juzgado de Conciliación (5ª Nominación) de la Ciudad de Córdoba.

Guillermo Bentancourt es trabajador de Tenaris Siderca (Techint) y fue electo tres veces delegado de sector. En el 2008 la patronal comienza una intensa persecución con juicios de desafueros, buscando generar las condiciones para despedirlo. En el 2009 la UOM local lo expulsa del gremio junto a otros seis trabajadores, por exigir asambleas y plan de lucha en el marco de un conflicto. En marzo de este año y gracias a una gran campaña democrática, se logró que la Delegación Campana del Ministerio de Trabajo falle a favor de Guillermo.

En 2008, Fate inicia juicios de desafuero a delegados de base y a miembros de la Seccional San Fernando del SUTNA. El Tribunal N° 1 de San Isidro falla a favor de la patronal quitándole los fueros a Víctor Ottoboni. En una gran campaña con distintas organizaciones sindicales, de derechos humanos y partidos políticos, logramos un primer triunfo que fue que estos mismos jueces eleven el expediente a la Suprema Corte de la Provincia de Buenos Aires, para ser revisado el fallo.

Ante un primer rechazo de esta Corte, lanzamos una fuerte campaña con pronunciamientos y movilizaciones. Así se logró una resolución que rompe con 20 años de una jurisprudencia antiobrera, donde en la Provincia no existe derecho de apelación para los delegados sindicales, pero sí lo tienen las patronales. Ahora el caso está en la Corte Suprema de la Nación.

Además de llevar adelante estas campañas contra la persecución y los desafueros, con estos compañeros seguimos peleando por el desarrollo de una corriente clasista en los sindicatos, junto a decenas de delegados y activistas que impulsan el periódico Nuestra Lucha.