Un paquete de leyes laborales se anuncia para ser aprobado. Los cambios de la dictadura y el menemismo en la Ley de Contrato de Trabajo (LCT) y otras, chocan hoy con la otra situación política con originada en los tiempos de la rebelión del 2001 y el paulatino protagonismo de clase obrera en cuanto a lucha y organización. Esta realidad hace que las leyes, decretos, etc. que expresan tiempos anteriores, entren en crisis al momento de su aplicación. Latinoamérica y Argentina ya no son las de los ´90 y que los empresarios quieran que todo siga igual, es pedirle demasiado al gobierno que ya los beneficia con colosales ganancias y debe, junto a la burocracia sindical, contener reclamos. Las organizaciones patronales emiten comunicados expresando su preocupación por los proyectos de cambios legales, manifestando que algunos fallos y ciertas iniciativas de legisladores están coartando la su intención de ampliar los planteles de personal en una economía en expansión. Ponen el grito en el cielo como cuando se sancionó el aguinaldo. También dicen que se viola la “seguridad jurídica”. No sea cosa que la clase trabajadora reconquiste posiciones y se anime a mas...

Un poco de historia

Sancionada en 1974, la LCT ha sido modificada 15 veces, sin contar los cambios de interpretación de los jueces. Mayoritariamente esta reforma reaccionaria se dio en los ´90, implicando un avance pocas veces visto sobre las conquistas obreras. En defensa de lo esencial de la flexibilización laboral, la patronal y sus voceros (Infobae, La Nación, etc.) han bautizado los proyectos del congreso como “Leyes Antiempresa”.

Los proyectos

Son varios y prevéen modificaciones a la Ley de Riesgos de Trabajo, eliminación de topes indemnizatorios, extensión de licencias por maternidad, reglamentación de contratos eventuales, irrenunciabilidad de derechos, el ya vigente límite al ejercicio abusivo en la variación de condiciones laborales, etc. Dentro del paquete, la reglamentación de las tercerizaciones es una de las modificaciones mas cuestionadas.

Las terciarizadas y los contratos basura
 Un proyecto de ley propone modificar el sistema de contratos de empleo eventual, poniendo límites a la cantidad de contratados por agencia y al tiempo de duración del contrato. El antecedente es un fallo de la Cámara Laboral que permite reclamar directamente el cumplimiento de las obligaciones laborales a la empresa principal que subcontrata servicios.
El fundamento es evitar el uso abusivo de los contratos de empleo eventual. Como se ve, la cuestión es que el “patrón no se pase” (o sea, evitar abusos), pero no conocemos que se esté proponiendo la eliminación de las agencias de trabajo, negreros encubridores del fraude laboral.
En esencia, entonces, se mantiene el trabajo precario, y se aminoran los aspectos mas brutales en cuanto al reclamo de indemnizaciones, pero no se va directamente al contrato de trabajo por tiempo indeterminado. Los contratados (sea por la modalidad que fuere) no tienen en la gran mayoría de los casos derechos sindicales y están fuera de los convenios de su gremio, con sueldos por lo general mucho menores que el de un trabajador de planta permanente, y fundamentalmente, se los puede despedir a un costo muy bajo o nulo.
Los contratos basura, ya sean eventuales, las pasantías (fuente de mano de obra joven y barata, a beneficio de las transnacionales), los de “autónomos” obligando a facturar al trabajador (el que mayor uso hace el Estado) no son más que un gran fraude laboral. La mayoría de legisladores y jueces, junto al Ministerio de Trabajo, hasta hace poco tiempo acompañaron a rajatabla esta “flexibilización laboral”.
Por eso los trabajadores no pueden dejar en manos de ellos toda recuperación de derechos perdidos y nuevas conquistas, éstas podrán garantizarse con su organización y lucha. En próximas entregas analizaremos otras instituciones laborales que anuncian reformar.