La semana pasada, los trabajadores y el Cuerpo de Delegados de la línea 60 lograron imponer sus demandas tras varios días de paro y una dura lucha, que implicó asambleas, movilizaciones, cortes en la Panamericana y piquetes en las cabeceras de Constitución y Maswichtz.

Los choferes de la 60, mediante asambleas y a través de un Cuerpo de Delegados de 13 miembros, impusieron en el Ministerio de Trabajo que la patronal firmara los ocho puntos reclamados por los 1.400 trabajadores.
Desde el lunes comenzaron a cobrar adelantos de las liquidaciones impagas y la patronal reconoce a todos los miembros del Cuerpo de Delegados. Ahora se deberá ir avanzando en los otros compromisos que asumió la empresa, como mejorar las condiciones de limpieza e higiene de las cabeceras, renovar las unidades, y respetar esperas y frecuencias de trabajo.

“Estamos muy contentos. Hemos logrado un triunfo rotundo -expresaba J. trabajador de MONSA y miembro de la Agrupación Al Volante-: doblegamos a una empresa monopólica”.

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