Si bien hasta hoy la crisis económica internacional no pegó de lleno en el conjunto de los trabajadores de la Argentina, ya son varias las patronales que comenzaron con suspensiones y amenazas de despidos. Por la magnitud de la crisis internacional será sólo cuestión de tiempo que esta situación se generalice y quieran descargar la crisis sobre el conjunto de los trabajadores, como hicieron en el 2001, con miles de desocupados, cierre de fábricas, etc.

Los trabajadores debemos prepararnos para evitar que una vez más seamos nosotros los que paguemos las consecuencias de la crisis que los mismos capitalistas generaron. La negativa de la Unión Industrial Argentina a otorgar los $500 que pide Moyano para no reabrir las paritarias, conforme el interés patronal, es una muestra de qué tienen en mente los patrones sobre quién va a pagar la crisis.

Ante un escenario de ese tipo, que es altamente probable en los meses por venir, los trabajadores no podemos llegar desarmados. El ejemplo de los obreros de Zanon, al que se suma el de los trabajadores de Cerámica del Sur, integrante también del Sindicato Ceramista neuquino, muestra el camino a seguir en todo el país contra despidos y cierres: la organización antiburocrática desde las bases, la toma de fábrica y la puesta en producción bajo gestión obrera.

Un nuevo negociado contra los trabajadores y el pueblo

El gobernador Sapag acaba de cerrar un acuerdo totalmente entreguista con la española Repsol para prorrogar las concesiones petroleras hasta el 2027. Ahora sigue en la lista Petrobrás, y el objetivo es firmar acuerdos similares con el resto de las petroleras antes de fin de año o principios del 2009.

Desde la oposición parlamentaria y los distintos intendentes están negociando en distintas reuniones con funcionarios del gobierno para ver cómo se reparten las migajas que quedan de este acuerdo, donde Repsol se queda con la parte del león. Ya los diputados anunciaron que votarán a favor del acuerdo en la Legislatura, ahora la discusión pasa por cómo repartirse la “caja”.

Mientras el gobierno garantiza un gran negocio para las empresas imperialistas que extraen el petróleo de la provincia, ya dijo que para los trabajadores y los sectores populares “no hay plata”. Llama a los docentes y demás trabajadores a ser “responsables” y no reclamar ningún aumento de sueldo porque ponen en riesgo las finanzas provinciales, al mismo tiempo que entrega por 10 años más la gran fuente de recursos naturales de la provincia. Un verdadero chantaje hacia los trabajadores, que vienen con sueldos muy por debajo de la canasta básica.

Tampoco quiere el gobierno provincial dar cauce al reclamo de expropiación de los obreros de Cerámica Zanon. Este mes se vence la prórroga otorgada por la justicia patronal a la gestión obrera, y el gobierno se niega a dar una solución definitiva. Como dijo en su momento José “Pino” Russo, lo que más le preocupa es la “seguridad jurídica”. Es decir, no dejar sentado un precedente que pueda inquietar a las mismas empresas que están saqueando los recursos de la provincia: el derecho al trabajo de los obreros por sobre el derecho de propiedad privada.

Por otro lado, vuelve a salir a la luz uno de los grandes problemas de la provincia, la falta de viviendas, entre 40.000 y 50.000 en todo Neuquén. Nuevos incendios de casillas precarias, el ataque por “ilegales” a quienes se ven empujados a tomar una tierra para su familia y la brutal represión en el barrio Confluencia son sólo algunos episodios de este drama al que ni el gobierno provincial ni el nacional ni el municipal le han dado respuesta.

Una oportunidad para retomar la movilización

El miércoles 9 de octubre la CTA, ATEN y los obreros de Zanon realizan un paro y marcha unificada hacia Casa de Gobierno. La movilización es para rechazar las prórrogas a las petroleras, exigir la expropiación de Zanon y aumento de salarios a los docentes y trabajadores estatales. Este es un gran paso adelante, luego de meses de ciertas “expectativas” de los dirigentes de la CTA en el gobierno de Sapag, que a pesar de su cambio de discurso demostró en estos diez meses la continuidad con su antecesor Sobisch. Esta movilización conjunta es un gran hecho político, que puede empezar a marcar un quiebre con las ilusiones que despertó el discurso “renovador” de Sapag en importantes sectores de trabajadores, cansados de 8 años de sobischismo.
Si la acción del miércoles 9 se transforma en una primera medida y se avanza en la coordinación de los distintos sectores en lucha, puede ser un importante paso para imponer al gobierno las demandas postergadas de miles de trabajadores y sectores populares, como el aumento de salarios, la expropiación de Zanon o un plan de obras públicas para la construcción de viviendas.

La convocatoria a una Asamblea Provincial por parte de las distintas organizaciones obreras podría transformarse en un gran organizador de los sectores en lucha, para discutir y resolver un plan de acción común.