por José Luis Salazar y Gustavo De Biase (delgados Casa Central)

. El estado de ánimo marcaba que se había podido perforar el techo que para los trabajadores del estado había puesto UPCN junto al gobierno. Si bien no se obtuvo todo el pliego de reclamos, se consiguió un aumento de casi el 25 % al salario vía adicionales, sumado a aumentos en distintos rubros como antigüedad, presentismo, título, entre otros. Esto por fuera del aumento del 20 %, que se sigue discutiendo hasta agosto y que los paritarios del Sindicato de Trabajadores Viales no firman por mandato de asamblea.

Se labraron actas para que el resto del pliego de reclamos, que incluye otro aumento de salarios de equiparación con el disuelto OCCOVI (Órgano de Control de las Concesiones Viales) y el pase a planta de los contratados sea refrendado en enero al incluirse en el nuevo presupuesto, con retroactividad a junio de este año. Todos estos puntos fueron discutidos previamente en asamblea conjunta de trabajadores de Casa Central y el 1° Distrito Buenos Aires, donde se mandataba a los paritarios a firmar esto, sin que incluya ninguna clausula de paz social.

Fue la culminación de una lucha de más de una semana, que tuvo su inicio y epicentro en la Casa Central en Capital Federal, pero que se había extendido con medidas a lo largo y lo ancho del país, donde nos movilizaron y paramos el conjunto de los trabajadores viales, a pesar del boicot a la lucha y carnereada, tanto de la UPCN y de la Federación del Personal de Vialidad Nacional (CTA).

Era muy difícil - para los funcionarios y algunos gremios - explicarnos que mientras el gobierno se jacta de llevar adelante grandes planes de obras públicas (grandes negociados para las principales empresas constructoras), los trabajadores que somos los que garantizamos que esto se lleve adelante, nos teníamos que conformar con un miserable 20 %.

Esta lucha tiene que servir para -con la organización lograda- avanzar en nuestro reclamo. Quedó demostrado que podemos ir por más.