En el momento más crítico de la estrategia de Kirchner en el conflicto con Uruguay por la instalación de las papeleras, la lucha del pueblo entrerriano sigue firme. Ya son casi dos meses de corte ininterrumpido en Gualeguaychú y hasta el corsódromo de la ciudad estalló en su primera noche al grito de “No a las papeleras”. Este fin de semana los asambleístas intentarán cortar todos los puentes que unen Argentina con Uruguay, mientras en Buenos Aires el viernes 12 se realizará un acto en solidaridad con la asamblea de Gualeguaychú frente al Luna Park y más tarde se marchará hasta la terminal de Buquebus donde hablarán los asambleístas. Desde el PTS damos todo el apoyo a estas medidas.

El fracaso de la estrategia ambiental de Kirchner
En los últimos días, el gobierno (nuevamente) se ha quedado sin política en el conflicto por las papeleras. Sólo pudo mostrar como “respuesta” la amenaza de represión y cárcel a los asambleístas si intentaban bloquear la salida de los barcos de Buquebus en Buenos Aires.

Expresión de esta crisis fueron los cortocircuitos entre la secretaria de Medio Ambiente, Romina Picolotti y la Cancillería frente a la próxima presentación de la Memoria en La Haya sobre la “cuestión de fondo” en el diferendo con Uruguay. El problema es que no se sabe bien cuál es la cuestión de fondo en la estrategia argentina, si la contaminación o la violación del Tratado del Río Uruguay, haciendo de la presentación argentina un bricolage que raya con la incompetencia. Como sea, nada bueno vendrá de La Haya… y menos aún dentro de dos años, tiempo que se estima que este Tribunal imperialista se va a tomar para resolver la cuestión.

Mientras tanto, en Arroyo Verde la lucha continúa y sigue siendo un escollo para el gobierno, tanto nacional como provincial, como lo muestra el intento del gobernador Busti, presionado por la asamblea, de promulgar una ley para impedir la exportación de madera a Uruguay, medida que genera escozor en la Casa Rosada (y más aún a la gran patronal de la asociación forestal argentina) y que difícilmente Busti vaya a implementar.

No obstante, la persistencia de la asamblea ambiental y el apoyo popular que concita la lucha contra Botnia, no es homogéneo en toda la provincia, ni siquiera en Gualeguaychú. En su momento las diferencias se expresaron en la asamblea entre “duros” y “blandos”; hoy se expresa socialmente en la población. A pocos meses de las elecciones a Intendente, existe de hecho un abanico de sectores –empresarios y de la clase media principalmente– que, o bien condena los cortes, o incluso enarbola un virulento discurso antiuruguayo desde la derecha, como el del candidato menemista Héctor Maya por el Partido Unidad Federalista del genocida Luis Patti. La lucha sigue, pero los opositores a la asamblea también. 

Por su parte, en Uruguay la continuidad del conflicto ha gestado un verdadero “frente amplio” contra los asambleístas, que va desde Tabaré Vázquez y su séquito, la oposición “de derecha” (si es que al lector le resulta posible ya distinguirla), los nenes bien de Punta del Este que hace días agredieron a turistas argentinos y hasta otrora poetas progresistas como Mario Benedetti, en un penoso cuadro de subordinación a los deseos de las patronales imperialistas del papel y a la entrega del Uruguay a la depredación ambiental.

“Si Botnia ensaya, Gualeguaychú estalla”
En este marco, se suma un nuevo elemento de tensión. La semana entrante Botnia realizará las pruebas hidráulicas de su planta, mientras viene de despedir 300 trabajadores y espera desprenderse de 200 más en poco tiempo. La asamblea de Gualeguaychú se prepara para responder a la afrenta con un audaz cronograma de acciones hacia el fin de semana. Dijeron en la asamblea: “Si Botnia ensaya, Gualeguaychú estalla”.

El viernes marcharán hasta el Puente Gral. San Martín y en Buenos Aires se movilizarán junto a asambleas barriales frente a Buquebus. Como nos contó Daniel de la Asamblea de Gualeguaychú: “queremos denunciar especialmente al gobierno de Finlandia, como cómplice y partícipe necesario en esta empresa, ya que son los dueños de la planta de cloro gaseoso que va a proveer a Botnia, lo que ratifica que este gobierno está íntimamente ligado a esta empresa y es responsable del genocidio y la destrucción económica que quieren hacer con la región”.

Una de las medidas más importantes será el intento de cortar la ruta 015 que une Colón con Salto Grande, acción que fue impedida hace semanas por matones del PJ. En la asamblea del martes 9 en Arroyo Verde se votó por unanimidad el apoyo a Colón. Dijo un asambleísta: “no podemos hacer oídos sordos a lo que está haciendo la gente en Colón. Nos contaron las basureadas que les pegaban los turistas a ellos, los amedrentaban, les sacaban las banderas (…) Acá hay muchísima gente que puede llegar a Colón y tiene que estar ahí. Los compañeros necesitan nuestro apoyo…”. De lograrse así junto a los cortes que se mantienen en forma intermitente en Concordia, el fin de semana podría encontrar bloqueada completamente la frontera terrestre con Uruguay. Además, la juventud de la asamblea ha hecho una convocatoria sudamericana de jóvenes que se reunirá el próximo domingo en Arroyo Verde para discutir la crisis ambiental en Sudamérica y los planes imperialistas de saqueo de nuestros recursos como el plan IRSA.1 

La voluntad de la lucha de Entre Ríos contra las papeleras se demuestra una vez más. Sobre esa base es necesario continuar la pelea por una verdadera “salida de fondo”, que empieza por echar a Botnia de la cuenca del río Uruguay, para lo cual es necesario, ante todo, unir esfuerzos con las organizaciones y activistas que en Uruguay denuncian valientemente la entrega de los recursos naturales al capital imperialista por parte del gobierno de Tabaré y se solidarizan con los cortes de ruta en Argentina. Desde el PTS, creemos que esta perspectiva sólo puede plantearse en forma realista en el marco de la nacionalización de la industria papelera y forestal bajo el control de los trabajadores y pobladores, dando paso a un plan de obras públicas que genere trabajo y resuelva las necesidades de los trabajadores uruguayos en un ambiente limpio y sano.

1 IRSA (Integración de Infraestructura Regional de Sudamérica) es un programa imperialista de dotación de infraestructura energética y de transporte en función de la instalación de corporaciones multinacionales en los países sudamericanos.