El mismo jueves 30 la directiva de la seccional Villa anunció que adhería al paro nacional metalúrgico. Es que durante la semana y hasta última hora habían militado y realizado todo tipo de maniobras para evitar el paro. La patronal además descontó el aumento a cuenta que había dado de $450 considerando que la paz social se había roto con el paro del 23. La directiva se limitó a decir que mejor era no hacerle perder más plata a la gente. En realidad, la plata ya la habíamos perdido. Lo que había que hacer era convocar a una lucha unida por el salario junto a los compañeros de Paraná Metal y los talleres. Encima la situación de PM es grave, la amenaza es de cientos de despidos y cerrarían la planta por 15 días. La seccional UOM Villa que está en la CTA llamó al paro pero no habría movilización, ni asamblea, ni nada.
Como dice el diario local El Sur “en Acindar fracasó la negociación, se decidió un paro y los operarios se retiraron de la planta”. En realidad, la directiva intentó negociar el paro devolviendo las horas al peor estilo del burócrata Brunelli de San Nicolás, y que no nos descuenten el aumento. Y cuando se vio obligada a convocar al paro llamó a irse a casa evitando una concentración y marcha de las 2 fábricas contiguas como Acindar y PM. Mientras en Capital miles de compañeros expresaban su bronca en una extraordinaria marcha.