En Villa Constitución en el marco del paro nacional del 23 de julio, también nos hicimos sentir.

Los trabajadores de Acindar impusimos un paro de 10 a 18 hs. con asamblea en la puerta de fábrica bloqueando la entrada, y buscando la unidad y solidaridad con los compañeros de Paraná Metal. Hay que rechazar el chantaje de las patronales de descontarnos el aumento de la suma fija que ya nos pagó.

Debemos mantener la resolución de la última asamblea general, no levantamos hasta que la patronal retire su pedido de sanción a miembros de la Comisión Interna, y demás delegados y compañeros de base perseguidos.

En Paraná Metal no fueron llamados a parar por el acuerdo firmado entre el gremio, la empresa y el Ministerio de Trabajo, diciendo que dicho acuerdo les impide pelear por aumento salarial por dos años. Los trabajadores de los talleres que están en similar situación (suspendidos, trabajando menos horas, etc.) sí pararon. Al igual que Tenaris Siat (del grupo Techint).

Lamentablemente, la UOM-CTA Villa se negó a convocar un plan de lucha unificado para movilizarnos en las calles el día del paro.

Lejos de una tregua, ahora es el momento de golpear por lo que pedimos y no por migajas, y contra las suspensiones o despidos encubiertos y los aprietes a los compañeros en los sectores para aumentar la productividad.
¿Cuanto tiempo más hay que esperar? En Villa son más de 5 mil familias metalúrgicas afectadas.

Basta, hay que decirle la verdad a la gente. La UOM-CTA Villa Constitución tiene que llamar a asambleas en todas las fábricas para votar un plan de lucha regional con paro y movilización para enfrentar a las patronales.

Para que la crisis la paguen los empresarios, y no los trabajadores hay que ponerle fecha y lugar al Congreso de Delegados de base con mandato abierto al conjunto de los trabajadores de la región, que prometieron en diciembre del año pasado, para coordinar todas las luchas.