La provincia de Río Negro posee una población cercana a los 600.000 habitantes sobre un territorio de 203.000 kilómetros cuadrados. Las riquezas de la provincia son innumerables y entre ella se encuentra la Cordillera de los Andes con su afamado centro de esquí, los valles, que el Río Negro trabajó durante miles de años, generando un territorio fértil, apto para la producción frutihortícola intensiva, recursos pesqueros, la capacidad hidroeléctrica compartida con la provincia de Neuquén, así como la relativamente buena disponibilidad de recursos hidrocarburíferas. Sin embargo, aún sin considerar la subexplotacion o subutilización de estos recursos, esta grandiosa riqueza no se ha traducido en un cierto bienestar de los trabajadores y el pueblo en general, contrastando con el enriquecimiento de un sector ligado a la exportación de frutas, el turismo cordillerano y últimamente el petróleo, mientras la pobreza afecta al 32% de la población y la indigencia al 12%.

El producto Bruto Geográfico de la provincia asciende a unos 15.000 millones de pesos, es decir unos $ 25.000 por habitantes. La más tradicional de las actividades económicas es la fruticultura, que históricamente determinó el proceso de acumulación capitalista en la provincia, inicialmente expresado en la conformación de una gran cantidad de pequeños productores de unas 20 hectáreas promedio, que se agrupaban en cooperativas que les permitían controlar la conservación de la fruta, así como su industrialización y mejores condiciones de precios, tanto en el mercado interno como para la exportación. Obtenían ganancias que les permitía capitalizarse en base a la explotación de mano de obra migrante proveniente especialmente de Chile y del Noroeste argentino.

La reconfiguaración económica

Con las sucesivas crisis desde mediados de los ’70, se genera un círculo vicioso de menor rentabilidad, menor inversión, pérdidas de mercados, mayor proporción de fruta entregada a la industria (que paga menores precios) y cada vez mayor descapitalización de los pequeños y medianos productores. Paralelamente y aprovechando esta situación, se da una mayor concentración económica en unos pocos grupos, que se evidencia en un mayor control de parte de éstos tanto en el proceso de empaque como en la industria, pero especialmente en la exportación. Para dar un ejemplo, sólo cinco empresas controlan el 75% de las salidas al exterior por el puerto de San Antonio, además de ser propietarias del mismo luego de su privatización.

El conjunto del negocio representa aproximadamente 1.500 millones de pesos. Unos 4.500 productores donde trabajan 35.000 trabajadores, de los cuales dos tercios son temporarios. En tanto la exportación es de más de 300 millones de dólares (1.000 millones de pesos) y en la industria (existen actualmente unas 300 plantas de empaque y 230 frigoríficos) trabajan unas 10.000 personas en forma directa e indirecta, la mayor parte temporaria, desde mediados de enero a fines de abril. En la industria juguera la concentración es aún mayor, ya que una sola empresa, Jugos del Sur, con 110 empleados concentra el 50% de la producción y exporta el 90% de lo producido, especialmente a EE.UU.

Los pequeños productores independientes se agrupan en las federaciones de productores y el empresariado en la CAFI. Todos, junto a las grandes empresas imperialistas como Expofrut, sostienen sus ganancias en base a la superexplotación de trabajadores migrantes que en época de cosecha viven en el campo hacinados en “viviendas especialmente construidas” para ellos, donde proliferan año a año enfermedades como la tuberculosis. Producto de la crisis que vive la fruticultura, el petróleo pasó a ser el sector económico más importante, con una producción en ascenso. Superando los dos millones de metros cúbicos anuales y a un precio de 42 dólares el barril, representa para la economía de Río Negro unos dos mil millones de pesos, y si bien las regalías que pagan las empresas superan los 250 millones de pesos, la renta petrolera que obtienen ronda los mil millones de pesos. La cantidad de trabajadores que ocupa es de unos 2.500 a 3.000 y la actividad se concentra en el departamento de General Roca, formando parte de la denominada Cuenca Neuquina y ubicada geológicamente en el borde de ella.

El turismo posee una participación cercana al 10% del PBG y a Bariloche arriban anualmente 670.000 turistas. Pero estos cientos de millones de dólares de riqueza van a parar a las arcas del empresariado, que posee 400 hoteles en la provincia. Conocidos son las grandes diferencias socioeconómicas de la ciudad de Bariloche.

El Estado

Desde el fin de la dictadura a la actualidad el partido Radical ha gobernado la provincia, incluso en los peores momentos del partido como en el 2001. Además ha salido relativamente indemne de terribles casos de corrupción como el de Masaccesi o el actual de Saiz y su cohorte, donde el Estado le pagaba a la empresa Flavors 150 millones de pesos para la provisión de alimentos a 119 mil chicos y 17 mil familias rionegrinas de los sectores mas pobres, pero que se comprobó la existencia de pelos de rata en los alimentos, así como la malísima calidad de las materias primas con las que se elaboraba. Si bien la capital provincial se ubica en el Este de la provincia, los caudillos que han gobernado, así como los principales referentes, han surgido de la región históricamente más importante, el Alto Valle y especialmente General Roca. Hoy el gobierno maneja un presupuesto de casi 4.000 millones de pesos, de los cuales solo 1.120 corresponde a la masa salarial de unos 45.000 trabajadores, de los cuales 13.000 corresponden a Educación.

Río Negro es la provincia de menor crecimiento salarial docente en el país desde el 2002 a la actualidad en pesos nominales, y en el poder adquisitivo no hubo casi variación. Así el salario de bolsillo de un docente es el sexto peor del país para un maestro de grado de jornada simple y el peor del país para un profesor de educación secundaria.
De tal forma que la acumulación en las crisis del sector estatal hizo estallar el conflicto docente, pero en el resto de las áreas la situación es a veces más complicada aún. El área de salud es tal vez la más castigada. Por ejemplo, la ciudad de San Antonio Oeste, donde las grandes exportadoras ven realizados sus jugosos negocios de mas de 300 millones de dólares, el hospital no dispone de pediatras y los partos deben realizarse en localidades cercanas.

El gobierno de Saiz quiere concentrar todas las cuentas del presupuesto, es decir, concentrar todo el poder que deviene del dinero en sus manos, a la vez que ya achicó el presupuesto en 236 millones de pesos, incluso considerando los 190 millones que recibirá del fondo “sojero”. El sector más perjudicado será el de las Obras Públicas. A pesar de que quiera mostrar las cuentas públicas en peores condiciones de las que están, no es sólo en el presupuesto donde hay que buscar fondos para dar solución a los problemas de salud y educación, sino especialmente en los mil millones de la renta petrolera y en los cientos de millones de las ganancias de las exportadoras frutícolas y del negocio turístico. Para ello los trabajadores deben plantearse la perspectiva de pelear por la renacionalización sin pago y bajo control obrero del petróleo y el puerto, así como la expropiación de las grandes empresas frutícolas y de la explotación turística, para poner todo ese recurso al servicio de garantizar la resolución de los problemas de los trabajadores y el pueblo pobre.