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Informaciones Obreras

Un nuevo “mundo obrero”

14 de diciembre 2006

LVO: ¿Qué se discutió sobre la situación actual de la clase trabajadora?
Carlos Artacho: En las decenas de intervenciones de compañeros y compañeras de distintos gremios, pudimos comprobar que efectivamente somos parte de un nuevo “mundo obrero”. Esto significa que los lugares de trabajo están atravesados por discusiones de salarios, paritarias, elecciones de delegados, Las luchas no son sólo por aumento de sueldos sino contra la tercerización, como lo hicimos con la huelga histórica de los telefónicos donde los permanentes pararon por el pase a convenio telefónico de las contratistas.
Nosotros venimos peleando a brazo partido por los derechos de los precarizados, contra todas las alas de la burocracia sindical, y es una bandera permanente que distingue al PTS no sólo de la burocracia sino también de las demás organizaciones de izquierda. Así lo muestra nuestra historia en Telefónicos, en Ferroviarios, en el Astillero, en las automotrices de Córdoba con los compañeros de Cargo en Renault y Volkswagen, o en las metalúrgicas, donde nuestros compañeros y compañeras han hecho todos los esfuerzos para luchar por la unidad de las filas obreras divididas por la ofensiva capitalista.

Charly Platkowski: Un compañero de una importante fábrica de la alimentación contó cómo se discute en los baños y en el comedor sobre hechos políticos nacionales como San Vicente y el Hospital Francés, e incluso algunos trabajadores se impactan por Evo Morales o Chávez. Un compañero de Zanon contó cómo se están organizando en otras fábricas del Parque Industrial para elegir delegados, y van a buscar a los compañeros ceramistas. Parte de ese nuevo mundo obrero son los más de 3 millones de nuevos asalariados, en su mayoría jóvenes. De todo esto no se habla en las radios ni en los diarios, y nosotros lo reflejamos en La Verdad Obrera o en el programa de radio Pateando en Tablero, aunque somos conscientes que no alcanzamos a mostrar aún su verdadera magnitud.

Gabriela Lamelas Paz: A grandes rasgos definimos que mientras la mayoría de la clase media pasó de simpatizar y hasta participar en los cacerolazos del 2001, a una posición mayoritariamente conservadora hoy (base de los planteos reaccionarios de seguridad que buscan criminalizar la pobreza), quedando en minoría los sectores que luchan por demandas justas como los de Gualeguaychú, en la clase obrera se pasó del temor a la desocupación que utilizaban la patronal y la burocracia sindical, a un aumento de las expectativas y reclamos, producto de un menor temor a la desocupación y la presencia de nuevos trabajadores jóvenes.
Desde ya que no significa que los trabajadores mecánicamente ya sean de izquierda. En su mayoría aún confían en el gobierno. Pero las experiencias de reclamos, luchas, organización, aunque sean elementales, permiten que vayan surgiendo lentamente nuevos sectores más avanzados y abiertos a las ideas combativas y clasistas. Por ejemplo, en mi gremio, la UEPC, sólo en el departamento Capital hay más de 600 delegadas y delegados de base de las escuelas, muchas de ellas jóvenes, con quienes empalmamos los sectores opositores del gremio y le ganamos un plenario de delegados a la burocracia sindical en pleno conflicto. Como parte de ese sector hemos construido una fuerte agrupación con compañeras y compañeros independientes.
Discutimos que hay dos grandes sectores, uno de los gremios de trabajadores industriales y de los grandes servicios nucleados en la CGT, y otro de los gremios nucleados en la CTA, donde hay mayor influencia de las ideas de centroizquierda y de izquierda. Lamentablemente, las organizaciones de izquierda, al ver que es más fácil la militancia en este último sector, descuidan en forma casi absoluta la actividad en las grandes concentraciones fabriles, donde la CTA no tiene casi influencia, que aunque difíciles, son decisivas para construir un gran partido de trabajadores revolucionario. Lo que distingue al PTS, y que decidimos profundizar en esta Conferencia, es la actividad incansable para hacernos fuertes en los sectores industriales y de servicios claves.

LVO: ¿Qué pasa con las nuevas generaciones de trabajadores?
Caty Balaguer: Hicimos una distinción importante entre los jóvenes y los más adultos, viendo que en los primeros la mayor parte no se considera peronista como sus padres, y aunque hay mucho apoliticismo, hay sectores abiertos a escuchar posiciones clasistas y de izquierda.
Nuestra tarea es estar al frente de los procesos de lucha y organización, combinando la audacia y la paciencia. Muchas veces tenemos que discutir con los trabajadores más conscientes que a nosotros la patronal no nos perdona una, y por eso tenemos que cuidarnos en muchas cosas cotidianas, para poder pelear en serio cuando llega el momento, y para eso nos tenemos que preparar a escondidas, por fuera del lugar de trabajo. Y muchas veces son los jóvenes los que, por falta de experiencia, se adelantan y se queman ante la patronal o la burocracia. Hay que dosificar las fuerzas y saber que si salimos a pelear va a ser más difícil si no estamos preparados, si no logramos la unidad mayoritaria de la fábrica.

LVO: ¿Cuáles son las dificultades del trabajo en la industria?
José Montes:
En los sectores estatales, y parecido en los servicios, los despidos casi no existen, sí en las terciarizadas y excepcionalmente se despiden efectivos. Pero en la industria los despidos, sobre todo de activistas, están a la orden del día. Por eso definimos que en las fábricas, los conflictos y los procesos de organización funcionan mucho más como “escuela de guerra”, como decía Lenin.
En lugares como Mafissa, gran textil de las afueras de La Plata, en Pepsico, en Coca Cola, el neumático, en Jabón Federal o en petroleros, para citar sólo algunos ejemplos, ha habido algunos triunfos pero también, en muchos de ellos, derrotas de diverso grado. Todas ellas hacen parte de la experiencia que va adquiriendo otra vez la clase obrera. Si uno no es un reformista profesional, que quiere evitar toda lucha seria, o un ultraizquierdista ingenuo, que desconoce la lucha de clases, debe saber que forjar una nueva vanguardia del movimiento obrero implica considerar que es imposible no sufrir derrotas, y que un luchador serio de la clase obrera debe tomarlas como gran fuente de lecciones para intervenir mejor en el próximo ascenso, dusminuyendo lo más posible las bajas en los combates actuales.

Una cuestión muy importante es lo que dijo uno de los compañeros de TVB, remarcando la importancia de lograr que el activismo dirija efectivamente al conjunto de la fábrica, teniendo bien en claro que las patronales buscan permanentemente provocar y dividir, como hizo la patronal de esa empresa despidiendo a gran parte de los nuevos activistas que venían de imponer, contra la burocracia del SOJO, la elección de delegados el año pasado, luego de más de 10 años sin organización, y muchas reivindicaciones de los trabajadores. El compañero de la ex Jabón Federal resumió la conclusión, con la que coincido plenamente, diciendo que una fábrica recién está organizada no sólo cuando tiene una interna o delegados combativos rodeados de activismo, sino cuando este sector avanzado puede dirigir al conjunto de la fábrica, sobre todo en las luchas duras.

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