Después de idas y venidas y meses de anuncios, a fin de año se sancionó la Ley de Financiamiento Educativo y el 11 de enero se homologó. Esta ley, dicen que será la solución a la grave crisis que vive la educación en nuestro país; con la promesa de aumentar la inversión en el sector en 2 puntos del PBI.
El Ministro “progre” Filmus se ve exultante diciendo que por fin un gobierno se hará cargo de la crisis educativa, y a su lado Yasky y toda la burocracia de la CTERA levantan copas y brindan por un texto que ¡no habla en un solo párrafo de aumentar el mísero salario docente a nivel nacional!. Por algo desde Clarín hasta el canal de Hadad la recibieron con expectativa.
En tanto Kirchner, esconde que esta es una iniciativa del Banco Mundial, y cuenta con el apoyo de Techint, IBM, Telecom, la UIA y cía.

El verdadero alcance de la ley

Hoy el sistema educativo se encuentra enormemente fragmentado. Esto significa que uno de los grandes problemas es la falta de inversión unificada y un salario básico docente único a nivel nacional. Esta ley en nada revertirá este mal, ya que las metas serán fijadas de acuerdo a convenios entre Nación y cada jurisdicción, legalizando un verdadero chantaje a las provincias para que cumplan las metas del Ministerio, antes de entregarles el 60% del dinero con el que contarán para afrontar el funcionamiento del sistema educativo. Por otro lado ya está anunciado que se discutirá de conjunto la educación y entre otros puntos están las condiciones laborales. Ya sabemos de las pretensiones de atar nuestro salario a “productividad” y “desempeño”. Por lo ya anunciado, por ejemplo por el ministro de educación de Río Negro que salió a acusar a los docentes de abuso de licencias, o por las declaraciones de Solá en contra del derecho a huelga, lo que se viene es una profundización de las reformas de los ´90, terminando con lo que les falta: la flexibilización laboral para los docentes.

Por lo que ya hemos visto la Ctera y otros gremios nacionales dejarán a su suerte a los docentes de las provincias frente a estos ataques. Es necesario que la oposición y todos los docentes encaremos un debate profundo de los alcances de esta ley y discutir de conjunto cómo encaramos la lucha por la nacionalización del sistema educativo, salario nacional básico igual a la canasta familiar, móvil según la inflación y contra la LFE, la LES y la Ley de Financiamiento.