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Nacionales

Por mucho más que migajas

Un mes de toma de la Universidad Nacional del Comahue

26 de noviembre 2004

Toda la lucha que está dando el movimiento estudiantil del Comahue es un gran ejemplo nacional de cómo enfrentar los planes elitistas del gobierno de Kirchner para las universidades. La toma de todas las facultades, la organización democrática en asambleas por facultad e interfacultades, la solidaridad de los Centros y Federaciones a nivel nacional, el fondo de lucha y la solidaridad enviada de todo el país, las marchas junto a los trabajadores en lucha, el apoyo de los trabajadores de Zanon, muestran una potencialidad enorme que rompe con años de desmovilización en la universidad y sienta precedentes de cómo debemos encarar nuevas batallas.

Esta pelea no sólo nos está dejando una gran lección por sus métodos de lucha sino que abre una importante discusión de qué estrategias debe darse el movimiento estudiantil para derrotar los planes del gobierno K para las universidades.

La fortaleza de la lucha estudiantil, combinada con la situación provincial convulsiva, abrió una profunda crisis en el régimen universitario. La rectora fue perdiendo hegemonía dentro del Consejo Superior, surgiendo un sector “opositor”, antes aliados y siempre cómplices de las políticas elitistas en la UNCo. Esta ruptura del Consejo Superior, fortaleció las expectativas de corrientes reformistas como el MNR y la CEPA/PCR, a las que se sumó con cada vez más fervor el sector de independientes que dirigen la FUC, de creer que podían ganar esta lucha presionando al Consejo.

Han confiado una y otra vez en que el problema de las acreditaciones se resolvería definitivamente en el antidemocrático Consejo Superior, llevando a los estudiantes a tener expectativas y convirtiendo las asambleas en roscas abiertas para ganar los supuestos votos de 17 consejeros.

Lo que esta crisis “por arriba” planteaba al movimiento estudiantil era avanzar en el enfrentamiento al régimen universitario, abriendo la posibilidad de echar a la rectora del MPN iniciando un proceso más radicalizado de cuestionamiento al gobierno universitario y sus camarillas. Por eso desde En Clave ROJA planteamos la necesidad encarar seriamente la lucha contra la LES y la CONEAU, para lo cual se planteaba echar a la Pechen y toda la gestión, movilizándonos junto a los trabajadores, que no tienen hoy acceso a esta universidad elitista, en la perspectiva de imponer un nuevo gobierno universitario, con mayoría estudiantil, no docente y claustro único docente.

Kirchner y Sobisch disparan contra la toma

La respuesta de la rectora Ana Pechén, frente a la estrategia de la FUC de exigir constantemente una sesión del Superior, no se hizo esperar. Luego de conseguir el apoyo del gobierno de Kirchner, que a través de Pugliese ya había exigido el levantamiento de la toma, la rectora anunció con bombos y platillos una “propuesta de mediación”, encabezada por Luis Eduardo Duhalde, secretario de Derechos Humanos del gobierno de los presos políticos. Aunque nunca estuvo confirmada la mediación de Duhalde, la respuesta del movimiento estudiantil ha sido rechazar esta maniobra en que el mediador es juez y parte, y unificar reclamos contra este gobierno exigiendo la libertad de los presos políticos, el desprocesamiento de los 4000 luchadores, la aparición con vida de Sergio ˜ávalos (estudiante de la UNC desaparecido hace más de un año en un boliche) y contra la represión y aprietes del gobierno provincial.

Fracasada también la propuesta del mediador del gobierno nacional, la rectora jugó una nueva carta. A través de los “autoconvocados” (grupo de estudiantes que se oponen a la toma, organizados por el MPN, el intendente de la Ciudad -de la UCR- y la rectora), quienes se presentaron como imparciales, el rectorado volvió a “punzar” para que levantemos la toma. Este grupo ingresó a la UNC y luego a la Interfacultades el martes 23, con un documento exigiendo el levantamiento de la toma para la sesión del Consejo Superior, amenazando con iniciar denuncias en la justicia a los estudiantes en lucha.

Frente a esta maniobra, es repudiable la actitud de Grafa Negra, la conducción de la FUC, la CEPA y el MNR, que permitieron a los voceros del rectorado entrar a la toma y hablar en una asamblea, incluso votando en la asamblea de la facultad de Ingeniería marchar junto a los autoconvocados para que sesione el Superior. 

Que se CEPA la verdad

Ante estas jugadas políticas orquestadas desde el gobierno, el rectorado y las camarillas, la política de la CEPA ha sido la de bailar al son de las autoridades. Se han mostrado claramente como pata estudiantil de una de las camarillas en pugna, cuyo interés es el de cambiar a Pechén por un nuevo rector. Buscan subordinar al movimiento estudiantil y su lucha a una pelea por ver quien se queda con el botín.

Lamentablemente, la dirección de la FUC no significó una alternativa a estos lineamientos, depositando expectativas en el Superior, que sesiona el viernes 26, bajo la condición de suspender la toma 3 horas antes de la sesión.

Su política oscila entre la confianza en el régimen y las medidas de presión, y para esto se apoyaron en un método “asambleario” basado en el consenso, en el que se juegan a debatir sólo sus posiciones, coartando el debate democrático, rehuyendo a la lucha política y la confrontación de ideas, imprescindible en todo debate. Para nosotros esa política coarta toda posibilidad de que el movimiento estudiantil debata profundamente y sea parte de la dirección política del conflicto, confiando en sus propias fuerzas y en la unidad con los trabajadores. Esto se expresó en una de las asambleas interfacultades más importantes, donde, a través de maniobras en las mociones, intentaron acallar las posiciones de un importantes sector de estudiantes independientes y de En Clave ROJA, que nos negábamos a ceder a los reclamos de la rectora y los consejeros “opositores” (como bajarnos de los tres puntos por los que tomamos la universidad) para garantizar la sesión del Consejo.

Nuestra política

Nosotros nos negamos a seguir los ritmos que siempre nos quisieron imponer las autoridades. Por eso reivindicamos la lucha que llevamos adelante los estudiantes del Comahue, que enfrentó al gobierno con movilizaciones, cortes de calles y del puente, en los piquetes contra los autoconvocados que querían entrar a la toma para levantarla, y gran cantidad de medidas. Este camino, el de la movilización, la autoorganización y el de la unidad con los trabajadores, es el correcto para enfrentar al régimen universitario e imponer nuestros reclamos. Comenzamos esta gran pelea por la ANULACION de la LES, de las acreditaciones y el rechazo de cualquier comisión de evaluación de las carreras. Sin embargo la FUC terminó bajándose de los puntos por los que tomamos la universidad aceptando las migajas de un acuerdo con el “bloque opositor” a la rectora, que propuso la SUSPENSION de las acreditaciones en el marco de la CONEAU, dejando abierta la puerta a cualquier otro tipo de acreditación. Este negocio “consensuado” es el que quieren mostrar como un gran triunfo, cuando en realidad estaba planteado ir por todo para ganar esta lucha.

Contra esto, desde un principio planteamos la necesidad de poner en pie cuerpos de delegados revocables por facultad, mandatados en asambleas, que se constituyeran como dirección efectiva del conflicto para no caer en maniobras orquestadas desde lo oscuro, y ser el germen de un nuevo gobierno con mayoría estudiantil, junto a docentes y no docentes, que se plantee transformar la universidad sobre nuevas bases, junto a los trabajadores y sectores en lucha, cuestionando esta universidad de clase.

Este horizonte estratégico, de independencia del movimiento estudiantil frente al régimen y todas las autoridades, es la única garantía para no caer en el posibilismo de aceptar las migajas que nos ofrecen. Es decir, la mejor garantía de conseguir las demandas por las que salimos a luchar en Comahue.

Por un gran Encuentro Nacional de estudiantes combativos

La pelea que estamos dando desde el Comahue no es sólo contra las acreditaciones y la CONEAU, nos enfrentamos nuevamente a la Ley de Educación Superior votada por el menemismo en el ´95. Más allá de la política de la conducción, la lucha de Comahue ya es un ejemplo nacional, y debemos transformarla en punta de lanza del enfrentamiento a los planes del gobierno para las universidades de todo el país. En este sentido es necesario que continuemos organizados, sosteniendo las asambleas interfacultades e impulsando un gran cuerpo de delegados por cursos de todas las facultades porque lejos de terminarse, esta pelea recién comienza, ya que no podemos depositar ninguna confianza en lo que resuelva ese putrefacto gobierno universitario.

Es el momento, también, de preparar un gran Encuentro Nacional de Estudiantes Combativos, abierto a las organizaciones trabajadores ocupados y desocupados que están enfrentando a este gobierno entreguista de K. Donde participen los centros y federaciones recuperados de la burocracia estudiantil de todo el país, junto a todos los estudiantes que sostuvimos esta enorme lucha. Tenemos que prepararnos para enfrentar la Ley de Educación Superior y todos los ataques que se vienen contra la universidad. Estos pueden ser los primeros pasos para construir un nuevo movimiento estudiantil que transforme radicalmente esta universidad y pelee junto a los trabajadores y el pueblo.

 

 

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