El 5 de julio se realizó en la Casa Socialista “El Manifiesto” de Lomas de Zamora la Conferencia Regional de la Zona Sur del PTS de la que participaron alrededor de doscientos compañeros, entre trabajadores ferroviarios, aeronáuticos, metalúrgicos y de otras industrias, choferes y docentes, junto a estudiantes universitarios, terciarios y secundarios de Quilmes, Lomas y Avellaneda. También estuvieron delegaciones del Instituto del Pensamiento Socialista, del CeProDH y de la agrupación En Clave Roja de la UBA. La mesa de la conferencia estuvo integrada por Raúl Godoy, dirigente del Sindicato Ceramista de Neuquén y de la dirección nacional del PTS, Flavio Bustillo, dirigente de la Lista Bordó de la Unión Ferroviaria del ex Roca, Matías, trabajador despedido de Jabón Federal, Raúl de la textil Mafissa y Carla Lacorte, víctima del gatillo fácil y miembro del CeProDH.

“Si no hacemos política, los patrones la hacen por nosotros”
La conferencia comenzó con un informe de Flavio Bustillo sobre la situación nacional, partiendo de un análisis de la crisis económica internacional abierta a partir del estallido de la burbuja inmobiliaria en Estados Unidos. Posteriormente explicó las consecuencias en la Argentina, específicamente, la crisis abierta tras el conflicto entre el gobierno y las entidades agrarias. Bustillo denunció tanto al gobierno que utiliza las retenciones para “comprar voluntades, subsidiar empresarios amigos y seguir pagando deuda externa”, como a la Mesa de Enlace del “campo”, la unidad entre la Sociedad Rural y la Federación Agraria, que sufrió una transformación en su composición en los últimos años donde predominan los empresarios rurales pequeños y medianos. Ante este panorama, Bustillo cuestionó a los dirigentes sindicales alineados con el gobierno y a los partidos de izquierda que se ubican con el “campo” con la excusa de defender a los pequeños chacareros: “¿Nos conviene que se peleen dos bandos burgueses? Sí, porque los hace más débiles para cuando los trabajadores salgamos a pelear. Pero tenemos que construir un partido revolucionario de la clase trabajadora, porque si no hacemos política, los patrones la hacen por nosotros”. Para finalizar, sintetizó el programa con el que el PTS interviene en esta crisis nacional levantando una posición independiente tanto del gobierno como de las entidades patronales del campo.
En el debate se destacaron las posturas de un compañero ferroviario que planteó que veía “muy pasivos a los trabajadores y que eso hacía difícil construir un partido” y la de un compañero que militó en el MAS que preguntó sobre la vigencia de la aseveración realizada por León Trotsky en 1938 respecto a la “agonía mortal del capitalismo”. Fredy Lizarrague, de la dirección nacional del PTS, le respondió que dicha postura fue confirmada por la catástrofe que significó la Segunda Guerra Mundial que forzaba al desarrollo de revoluciones en algunos casos concretadas y en otros, traicionadas por el stalinismo, como en Italia, Francia y Grecia, derrotas que abrieron paso a los años del boom. “Después vinieron los procesos revolucionarios de los ’60-‘70, con los que volvió a aflorar la agonía, pero que fueron aplastados o desviados, con lo que se impuso el neoliberalismo. Con esto estamos diciendo que el capitalismo ha logrado ciclos de crecimiento a costa de aplastar a los obreros y campesinos. La situación actual es interesante porque lentamente vuelve a aflorar la crisis, es decir, la ‘agonía’”. En cuanto al posicionamiento del movimiento obrero planteó la necesidad de distinguir a los obreros avanzados con los que hoy podemos confluir en la construcción de partido y con los que podremos dirigir a las masas de trabajadores cuando entren en escena.

“Un partido revolucionario no se construye de un día para otro”

En el debate sobre la necesidad de construir un partido revolucionario Raúl Godoy planteó que “no hay agonía mortal siempre, por eso hay que prepararse. Y la principal herramienta para eso es el partido revolucionario que tenemos que construir junto a los estudiantes y a los intelectuales. Muchos compañeros nos dicen que ‘perdemos el tiempo’, que ‘perdemos un sábado’ haciendo esto. Yo les digo que, a veces, sólo pelear por salario es perder el tiempo porque después suben los precios. Otros dicen que ‘perdemos libertad’, pero ‘la libertad’apenas es ir a un boliche o comerte un asadito mientras seguís con las cadenas de la explotación atadas. Y también están los que dicen ‘cuando sea la revolución yo voy a estar en primera fila’, pero un partido revolucionario no se construye de un día para otro.”
Raúl de Mafissa reivindicó la lucha dada junto a sus compañeros y por la que se encuentran procesados por la justicia patronal. Le siguió Matías: “soy parte de una generación de jóvenes que se cansaron de la explotación. En la fábrica en la que estaba un compañero militante nos ayudó a organizarnos y ganamos la interna. Después tuvimos un conflicto durísimo y me fui dando cuenta de que la lucha no era sólo contra un patrón, que era contra todos y contra la burocracia y el Estado. Por eso decidí empezar a militar en un partido”.

Posteriormente, Carla Lacorte planteó: “ustedes me conocen por mi lucha contra el gatillo fácil, pero yo empecé a militar antes para seguir la lucha de mi viejo que se fue a Chile a militar en los cordones industriales y que fue asesinado por la dictadura de Pinochet. Los cordones fueron una forma de poder obrero que no pudo triunfar porque el gobierno de Allende y el PC eran enemigos de la revolución socialista. Por eso aprendí la necesidad de un partido revolucionario de la clase trabajadora”.
Finalizadas las intervenciones de la mesa, tomaron la palabra varios compañeros jóvenes que plantearon, cada uno desde su experiencia, la necesidad de construir un partido revolucionario. El cierre quedó a cargo de Raúl Godoy: “No hay salida individual para nuestros problemas. La salida es colectiva. La revolución no la hacen los partidos, la hacen las masas. Pero para llevar la revolución a la victoria hace falta un partido revolucionario. Los convoco a tomar en sus manos esa tarea apasionante”.

Opiniones

“Hoy en día veo la realidad muy complicada sobre todo en las zonas periféricas del Gran buenos Aires donde el hambre ha vuelto con todo y los chicos están absolutamente desprotegidos. Esa mirada que tenemos los docentes, que convivimos cotidianamente con los chicos, contrasta con la de la otra Argentina donde la riqueza es mostrada y enrostrada. Bajo esta realidad aparece la necesidad de construir un partido que nos represente como trabajadores, que pelee por nuestras causas”.
Sandra, docente

“En la fábrica que trabajo organicé a mis compañeros porque la opresión laboral era cada vez más desgastante y fue difícil porque los trabajadores somos muchas veces muy individualistas. Los precios siguen aumentando, nuestra situación empeora cada vez más y por eso creo que esto tarde o temprano va a explotar. Por eso me parece necesario que empecemos a construir un partido revolucionario”.
Carolina metalúrgica

“Ni al gobierno, ni a las patronales del campo le importamos nosotros. Si bien se dice que la plata va para las escuelas o para la salud nosotros no vemos que vaya para eso. Un partido revolucionario ayudaría a organizar las luchas porque nosotros vemos que muchas luchas en la historia no estuvieron bien organizadas y entonces terminaron en fracasos”.
Carolina secundaria

Regional sur del Gran Buenos Aires