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Nacionales

Los salarios de miseria de Kirchner

Trabajadores pobres, empresarios ricos

17 de septiembre 2004

En los primeros 15 días de septiembre los precios de la canasta básica aumentaron un 1,4%, un 78,5% si se cuentan los aumentos desde la convertibilidad hasta lafecha. Con esto, aumentaron también las penurias para los 16,6 millones de pobres e indigentes que viven con poco más de cinco pesos por día, mientras que los aumentos salariales otorgados hasta la fecha se licúan al ritmo vertiginoso de la suba de precios. Como si fuera poco, los anuncios de una posible rebaja del IVA para “alentar el consumo” fueron completamente rechazados por el gobierno a través del ministro Lavagna, demostrando que Kirchner ni siquiera está dispuesto a otorgar un miserable gesto en medio de tanta miseria.
Mientras tanto la CGT, después de pedir $ 100 de aumento para los privados, eliminación del IVA a los alimentos básicos y aumento de las asignaciones familiares, aceptó sin chistar la respuesta del presidente que demandó “bajar las expectativas” de cualquier posibilidad de recomposición salarial, dejando en claro que la búsqueda de una mejor “distribución de la riqueza” que tanto enarbola no es más que pura perorata y que está decidido a mantener los actuales salarios de miseria. A lo sumo, pretende que la discusión sse de en paritarias entre empresarios y sindicalistas, apoyándose en la actual legislación laboral antiobrera que habilita las negociaciones por empresa, evitando toda posibilidad de demanda unificada del conjunto de los trabajadores.
Mientras tanto, la CTA, que tanto habló de elevar el salario mínimo a $730 (límite de la pobreza), no ha tomado una sola medida para imponerlo.
De esta manera, la puesta en pie del Consejo del Salario, la Producción y el Empleo demostró no ser más que un instrumento para fortalecer el poder de la burocracia sindical y garantizar los beneficios de los empresarios, reafirmando la actual legislación esclavista, el sostenimiento de la precariedad laboral y la brutal desocupación, y consolidando un ingreso mínimo que apenas supera los niveles de indigencia.

Los que pierden y los que ganan

La negativa de los representantes patronales a elevar el mínimo aunque más no fuera a $730, no ha sido más que una demostración de la férrea defensa de la clase capitalista por mantener su tasa de beneficio en función de la explotación obrera. Y esto a pesar de que obtuvieron un fenomenal crecimiento de sus ganancias en el último semestre1 y el costo laboral es hoy entre un 15 y un 35% más bajo con respecto a los niveles previos a la devaluación2. Mientras tanto, sube el desempleo y continúan los despidos, como en Firestone o la metalúrgica Sagima, etc.
Como si fuera poco, los ingresos del obrero no consiguen siquiera superar los valores de la inflación. Desde la devaluación hasta la fecha, los salarios de los trabajadores registrados aumentaron poco menos de la mitad de lo que aumentaron los precios minoristas y el poder de compra es casi un 18% inferior al de diciembre de 2001.
Son la enorme masa de precarizados que cobra salarios 50% más bajos que los trabajadores registrados junto a los miserables $ 150 de los planes Jefes y Jefas, el verdadero piso que les permite a la patronal y el gobierno imponer el salario mínimo ahora vigente.

Aumentar los salarios. Terminar con la precarización y el desempleo

Bajo estas condiciones es preciso levantar la demanda inmediata de un salario igual a la canasta familiar para todos los trabajadores; exigir la efectivización de los precarizados y en negro y el reparto de las horas de trabajo entre todas las manos disponibles junto a un verdadero plan de obras públicas para terminar con la desocupación. Para esto es necesario organizar la pelea uniendo a los trabajadores ocupados, desocupados y precarizados para imponer una gran paritaria nacional única, con delegados revocables votados en asambleas. Hay que comenzar por apoyar las luchas en curso e impulsar asambleas en todos los lugares de trabajo para poner estas demandas en el centro e imponer a la CGT y la CTA un plan de lucha nacional en serio.

1 Por ejemplo, las ganacias de Telefónica pasaron de $366 millones en el 2003 a $ 491 millones; las de Transportadora de Gas del Sur, de $ 185 millones a $ 222 millones, Acindar de $ 46 a $ 77 millones, YPF de $ 2189 a $ 2399 millones, Juan Minetti de $ 53 a $ 82,2 millones, etc. Página 12 web, 14/08/04.
2 Página 12 web, 13/09/04.

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